Resultados de la búsqueda:

>votar por el trump congolombiano
kek este país nunca va a aprender
>>112139 (OP)
Yo voy a ahorrar. Tengo 10 pesos venecos todavía.
>>1952100
No se pero ya voy a buscar mis marcadores en el 8,debo andar pendiente del Chan estos días porque por lo que veo el éxodo será entre varios lados
Nos van a poner a vivir sobrosongo mis queridos negros
BAILENLO
GOSENLO
>>221869
>Sin pensarlo dos veces, enciendo el motor de la van.
>Piso el acelerador.
>Quemo los neumáticos
>Me dispongo a prenderle fuego a la carretera.
>Una vez que la van entra en marcha, una sonrisa se dibuja en mi rostro.
>En menos de lo que canta un gallo, voy a todo gas.
>Me siento rápido y furioso.
>De vez en cuando me topo con una niña pequeña en medio de la autopista.
>Cuando las veo, ni siquiera me inmuto.
>No me cuesta nada atropellarlas.
>El tiempo pasa y pasa, y todo parece ir viento en popa.
<Hasta que…
>Miro por el retrovisor y me doy cuenta de que me están persiguiendo.
>Detrás de la minivan, un montón de caníbales en miniatura están corriendo hacia mi.
>Su velocidad es endemoniadamente rápida.
>No hay que ser un genio para darse cuenta de que todas esas niñas de cinco años, completamente desnudas, quieren un jugoso trozo de mi carne.
<Lastimosamente para ellas, no pienso dejar que se atraganten.
>Como si de un héroe de acción se tratase, piso fondo.
>Subo la velocidad al máximo.
>Me dispongo a ser el nuevo amo y señor de las calles.
>Para mi desgracia, esa sensación de “me voy a comer al mundo” no tarda mucho en evaporarse.
>En menos de lo que me gustaría admitir, la turba preescolar está a punto de alcanzarme.
>Era de esperarse.
>A fin de cuentas estoy conduciendo una minivan, no un Ferrari.
>No obstante, cuando veo a una de las lolitas tratando de aferrarse a la ventana trasera de la van, mi sangre comienza a helarse.
>Instintivamente, trato de atropellar a la pequeña neninfula.
>Es inútil.
>Aunque, en un principio, los neumáticos estrujan su carne y revientan sus órganos; cuando me volteo la ensangrentada cría todavía sigue de pie.
>Con la cabeza aplastada y un enorme agujero en su estómago.
>Regenerándose milagrosamente mientras todo mi ser me cagaba de miedo.
>Después de contemplar este espectáculo de fenómenos, la desesperación se apodera de todos mis huesos.
>En una maniobra kamikaze decido abandonar el volante y revisar la parte trasera de la minivan en pos de encontrar algo que me ayude con mi superviviente.
>Para más mal que bien, sé muy bien que cualquier paso en falso me garantizaría un boleto de bienvenida al maravilloso mundo de los no muertos.
>Después de unos cuantos minutos, la van empieza a tropezarse cada vez más.
>Mi búsqueda se hace cada vez más inútil.
>Parece ser que lo único que hay en la parte trasera son cachivaches inservibles y trastos inútiles.
>No obstante, cuando estoy a punto de abandonar la faena, me topo con la luz al final del túnel.
>Oculto debajo de uno de los asientos, encuentro un gran saco de dulces.
>Como si de una corazonada se tratase, rápidamente me doy cuenta de que este hallazgo puede resultarme extremamente útil.
>Con una sonrisa de oreja a oreja, recupero el volante.
>Después de estabilizar el vehículo, abro la ventana del conductor.
>Agarro la dichosa bolsa.
>Y, sin saber muy bien lo que estoy haciendo, lanzo los caramelos a la calle.
>Para mi sorpresa, no pasa mucho tiempo para que las niñas dejen de perseguirme y empiecen a pelearse por las golosinas.
>Cuando las niñas empiezan a morderse entre sí, no puedo evitar soltar una risita.
>Mientras las crías siguen distraídas, saco la mano por la venta y, con el dedo corazón, les dedico un pequeño gesto de despedidas.
>Acto seguido, piso el acelerador y me dispongo a sacar a esas sucias alimañas de mi vida.
>Al cabo de media hora, ya no hay rastro alguno de las arpías.
>Tres horas después, las calles están completamente vacías.
>Cuando -por fin-, llego a la frontera que divide a la ciudad del desierto, no hay ni una sola alma en la carretera.
>A ratos pareciera que la humanidad se ha extinguido por completo y soy el último bastión de ella.
>Claro está, el pequeño aparato incrustado en la minivan me recuerda que todavía no soy el último hombre en la tierra.
>Cuando el telepredicador del turno se dispone a dar su respectivo sermón finmundista, apago la radio.
>Estiro los brazos.
>Salgo a la calle
>Alzo la mirada hacia el cielo nocturno.
>Y, con una sonrisa gigantesca en el rostro, me dispongo a ver las estrellas.
>MCC me doy cuenta de que ya nadie más me mirara como un psicópata.
>MCC me doy cuenta de que ya no tengo que dormir en una celda.
>MCC me doy cuenta de que salí ileso del apocalipsis.
>MCC me doy cuenta de que soy libre de nuevo.
>MCC, a pesar de todo, me doy cuenta de que la vida me sonríe.
Gracias por todo negritos.
¡Hispachan es fuerte!
>>1741432

Esto es un bait de loan para sacarnos dinero. -
>>103230
Secundo.
Bueno negros. Salven toda la mierda que puedan de este tablón.