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>Micaela
Con el pensamiento de que sí el líder del pueblo Alemán no tuviese sus dotes de oración, quizás los judíos se hubiesen ahorrado este conflicto. Se podría decir que la voluntad de un solo hombre generó en el levantamiento de muchos. La chica no puede hacer más que ceder la razón al peliazul sobre el poder en el eco de las palabras, capaz de resonar en los corazones para bien como para mal.

"Discrepo en un asunto con usted" La judía siempre pareció encontrar al menos un detalle donde siempre estuvo en contra, como si no estuviese dispuesta a darle toda la razón a Gerald. "Creo que las palabras malas son igual de inmortales que las positivas... Lo mismo con la maldad y el odio. Usted es un soldado, y seguro vio mucho de eso en el campo de batalla. ¿No es esta guerra la prueba de que el impulso de un hombre con ambición y odio, puede sacudir al mundo con mayor fuerza que el amor? Incluso hombres buenos toman las armas y se dejan llevar. Quizás el afecto esté destinado a eventos más íntimos, aislados e individuales... Mientras que la maldad azota al mundo de forma global, lo empuja y lo moldea"

La judía leyó que los faraones también practicaban el incesto buscando la pureza del estirpe, pero esto en vez de traerle mayor fuerza trajo al mundo descendientes enfermizos y con pocas luces. Pero no desea criticar las tradiciones de los ingleses o los gustos de los Lancaster por casarse con sus hermanas y primas.

"Si tanto desea conseguir su propio camino, entonces hágalo. Tiene dos piernas, y dos brazos, y fuerza propia, y mucha voluntad. ¿Entonces que lo detiene? Solo sea libre, tome un tren hacia un país lejano y no vuelva la mirada"

Las palabras sonaron con una confianza de acero, principalmente porque Micaela las practico una y otra vez en su mente dirigidas a sí misma. Solo que nunca se hizo caso a sí misma debido a su miedo e inseguridad. Se sintió como la prueba viviente de que sin acciones que la respalden las palabras son solo cascarones vacíos. Ese pensamiento tiñó de sombras su expresión y la hizo andar en silencio, como una zombie, el resto del camino.

Al llegar a la casa del oficial, el estilo hogareño y el té de jengibre la hicieron revivir. Niega con la cabeza cuando Gerald alaba y valentona el don que exhibe la Von Karma.

"Es hermoso ahora porque así lo deseo... Pero el origen de mi poder son mis miedos y temores más profundos, oficial. Seguramente si busca por el mundo encontrará una magia verdaderamente bella... Pero mi don, al igual que la venus atrapa-moscas, puede oler dulce como el néctar pero en realidad oculta un mortífero interior. Preferiría que mis hijos fuesen ajenos a esto y tuviese una vida normal... Pero eso es mucho decir, ya que dudo encontrar a alguien adecuado para tener bebes"

Con una expresión tranquila, oye el nuevo halago del oficial, quien parece estar muy allegado con la idea de cortejarla. O puede que sea solo la actitud amable del peliazul siendo malentendida por coqueteo. Una vez Micaela se enamoró de un profesor que solo fue bueno con ella por su personalidad, no por motivos carnales. Aprendió a saber las diferencias, pero con Gerald fue difícil.

"Tengo la sensación de que usted es un peligroso mujeriego"

Con tranquilidad corrige al oficial cuando este se equivoca en adivinar los lugares, y le da pistas para que lo vuelva a intentar. El tiempo pasa y Micaela sin darse cuenta, se está divirtiendo al compartir sus habilidades con ese hombre de cabello azul.

Micaela se limita a asentir cuando el oficial la deja en su habitación. Las horas pasan y no puede dormir debido a las ideas que tiene, se la pasa rodando en la cama. Luego piensa ¡Ya basta! y se pone de pie. Vestida solo con la bata ligera que usa para dormir, queda frente al sofá donde duerme el peliazul.

"¡Oficial Gerald Lancaster! ¡Siéntese ahora mismo!" Exclama lo bastante alto para despertarlo. Lo encara con el ceño fruncido de alguien que no está convencida con quedarse en solo palabras. "Estoy harta de las mentiras, así que vine a confrontarlo y descubrir qué clase de hombre es usted"

Toma asiento en los pies del sofá y se inclina, quedando sobre el recién-despertado soldado nazi. Mantiene una mirada enérgica y fulminante con palabras recargadas de mucha fuerza.

"¿Cree que puede decirme todo esos halagos y luego despedirse de mi como si nunca hubiese dicho nada? ¡Es un sujeto muy cruel! ¡Debería odiarlo!"

Planta las manos contra los hombros del Lancaster y lo empuja para quedar encima. El corazón de la chica late como loco debido a estar haciendo algo que jamás ha realizado. Traga saliva y decide dejar que los instintos la guíen. Ellos fueron quienes la pusieron allí en primer lugar.

"Si lo que dijo es cierto... ¡H-Haga algo! De lo contrario puede decir que le doy asco y ambos seguiremos con nuestra vida sin ilusiones de por medio"

Los ojos morados de la chica se mantienen en el rostro del peliazul. Rebuscando para encontrar esa falsedad que la alivie, debido a que cree que es imposible que un hombre sienta deseo hacia ella.

Si, ya están llegando a su final. Creo que con tres respuestas tuyas y mías en cada prelore, y finiquitamos todo.

>>274817
Principalmente por internet, debido que hay gente que las grabó.

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