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¿De las gemas está disponible Lapis Lazuli? Ella o las Amathys me servirían

>En la TARDIS
"Que la TARDIS lo decida"

Esas palabras eran habituales de decir en esa nave con forma de cabina, cuyo teléfono suele sonar solo en casos de terribles emergencias. El corazón de la nave se mueve entre realidades y lineas de tiempo con la soltura de un delfín en el mar. En pocos minutos atraviesan planetas de lava, fondos oceánicos, mundos cuya atmósfera pesada impide que la luz de su estrella cercana entre. Todos llenos de vida que, aunque diferente, para el señor del tiempo que lidera la TARDIS tienen valor.

Por la naturaleza casi instantánea de sus viajes, las TARDIS aunque es más grande por dentro, no tiene habitaciones o baños. Su tripulación cuyo número suele variar, y ahora son cincos (Contando al doctor), se limita a esperar que pasen cinco o diez minutos antes que la TARDIS aterrice donde sea que le designó su corazón. Porque siempre hay una razón cuando llegan a un sitio, aunque esta no sea evidente de inmediato.

https://www.youtube.com/watch?v=DPlE1-RoAuU

El doctor se encuentra sentado en el barandal, con las piernas cruzada y un súper-banjo entre manos. Es como un banjo normal pero con la capacidad de sonar como distintos instrumentos a la vez. Es muy difícil aprender a tocarlo, pero el doctor lleva tiempo indeterminado haciéndolo.

Keelai, la joven Zaiban y una de las compañeras que más tiempo lleva junto al doctor, juega a Super Mario Bros 64 en un dispositivo conocido como agenda digital, acostada de panza en el suelo de la TARDIS y moviendo las piernas arriba abajo, toda entretenida. Le gusta jugar videojuegos mientras espera su próxima aventura, aunque siempre deja sus partidas sin terminar. La Zaiban desea encontrar en uno de sus futuros viajes un verdadero nombre, porque ser llamada Keelai (Niña en su cultura), le empieza a irritar. ¿Es que nadie puede ver que es una mujer?

Ada no es una especie natural del Universo, sino un experimento de la Tierra. Ese planeta de bípedos sacos de carne con mucha voluntad que tanto gustan a Doctor A. Pero esa determinación que la raza humana posee también los descarrila. La Tierra de Ada quedó destruida bajo una espesa capa de mullido pelo con aroma a fresa. Lo hizo sin querer, no puede controlarlo. El doctor llegó allí esperando enfrentar y erradicar un monstruo terrible, pero se encontró con una joven sollozando por su soledad y acciones mientras abraza su propia cola. El doctor inventó un collar que ayuda a Ada controlar su habilidad. No se ve bajo su pelaje, así que no le molesta. Ada corretea alrededor de Darkness, intentado atrapar los destellos de energía terror que expulsa la joven encapuchada que medita.

Darkness es otra muchacha con un pasado curioso. Escapó de la linea de tiempo donde habitaba para encontrarse a sí misma y su razón de ser. Al principio su opinión sobre si misma fue chocante, debido a que en todos los mundos que conoció era considerada una amenaza o un elemento de terror. Al ir de planeta en planeta la situación se repitió una y otra vez, ¿eso significa que su verdadero yo es un monstruo? ¿una amenaza? En un punto su propio reflejo dejó de ser reconocible y, usando la ET, atacando un planeta. Doctor A se la encontró y al vez las dudas en su corazón, le ofreció venir con él a encontrar un verdadero camino para ella. Porque el universo es tan basto, que, aunque se desconozca e incluso en los sitios más improbables se puede encontrar un lugar al que pertenecer.

Gabir es quizás la compañera más antigua del doctor, una robot azul un poco torpe pero con un montón de energía y buenas intenciones.

La TARDIS empezó a sonar. Llegaron al objetivo. El doctor se acerca al panel de control.

"Estamos es el interior de una nave desconocida... Interesante. Echaré un vistazo primero, tal vez necesiten ayuda... O tal vez me disparen"

Cuando el doctor sale de la cabina ya tiene al lado a su peculiar tripulación.

"No recuerdo pedir que me acompañasen"

Keelai: Nop, lo hacemos porque queremos. Ademas Ada se pone impaciente cuando no estás y empieza a soltar mucho pelo.

Ada asiente repetidas veces y se sacude echando mucho pelo color rosa, si eso sirve de excusa para acompañar al señor del tiempo entonces esta bien. Keelai hizo el gesto de Perfecto/Okay con la mano indicando que siga haciéndolo.

Gabir: Detecto muchas señales de vida en este lugar. ¡Que bueno! Odio las naves fantasmas. Son muy silenciosas y huelen a... ¡Viejo!

Darkess: Curioso que digas esos cuando todos aquí somos... Ya sabes, viejos... Muy viejos, entre todas hacemos como quinientos años.

Cada una ha vivido mucho. Gabir se sobresalta al caer en cuenta de eso.

Gabir: No viejo lindo como el doctor. ¡Sino viejo feo! Oxido, esqueletos, cosas así.

Keelai: ¡Y cucarachas! Que repelús me dan. Si esos músculos estuvieran en otra cabeza, hasta me gustaría... Pero no. Que injusta es la naturaleza a veces.

Gabis: ¡Las cucarachas son lindas! Son muy buenas jugando Volleyball.

¿Qué clase de aventuras les esperara a los tripulantes de la TARDIS allí?