Resultados de la búsqueda:

Si
>>852220
TOP KEK
>>110044
>>234109
>Razna

A pesar de desconocerlo, Razna cargaba un aire oscuro propio e inherente debido a la especie y a la sangre del linaje que le da origen que no la hacía sentir incómoda en lugares así de lúgubres. Tampoco se sentía cómoda ni a gusto, pero, lo asumía con una neutralidad total, casi como si ignorase esa característica por completo. Su oscuridad esa particular, una oscuridad que ella, con sus modales propiamente humanos heredados de su crianza eclesiástica, sus manerismos refinados y femeninos, propios de una mujer, que junto su ya difusa y borrosa inocencia y su aciago destino hacían parecer que ésta no transmitiese un aire negativo y amenazante, como si una una presa o monstruo observase desde las sombras aprovechando la ceguera para devorar de manera impávida a toda inocente alma que buscase acercarse, sino que hacía pensar en una oscuridad que busca su luz, una luz que quizás se perdió, o a lo mejor nunca estuvo... una oscuridad detrás de la cual algo se escabulle, quién sabe qué, ni ella misma lo sabe, ni si será bueno, ni si será malo. Lo único que permite verse entre sus tinieblas internas es, el resto de una mujer en ausencia de luz. Su mano, pálida y blanca, con una piel tersa, joven e incluso, misteriosamente prolija para el pequeño periplo por la suciedad de los callejones que acaba de atravesar, cae lentamente sobre la puerta como una pluma que se acaba de arrojar desde más alto, haciendo un pequeño ademán con su cuerpo cayendo sobre ella por el cansancio. Delicada, la piel de su palma sufre leves daños debido al material que constituía aquella entrada. Observa la pequeña herida por un momento, quieta, para luego ingresar.

(Esta herida... ¿es el precio que debo pagar para que Nirvana me acobije tras lo que he cometido? ¿Dios mismo me las ha dado... o yo misma me las he ganado? ¿Mi cuerpo corrupto es... incompatible con el lugar sagrado y yo soy dañina para él? La pureza del lugar acaba de dañar y quemar mi piel, he perdido mi pureza ¿me he perdido a mí misma?)

Con las puertas ya abiertas frente a ella, opacando sus pensamientos aquel rústico estruendo que daba la bienvenida a todo creyente en búsqueda de la bondad de Nirvana, Razna comienza a caminar dentro en línea recta, ladeando constantemente su cabeza perimetrando la belleza del lugar, recordando algunos otros detalles y reproduciendo una y otra vez en su cabeza, el sonido de algún órgano que en alguna liturgia haya aglutinado progresiones religiosas en su mente. Tenía el deseo de volver a escucharlo, y fue un recuerdo tranquilizante. Su desesperación, súplica y agónica ansiedad pasaban a ser resignación, aceptación, duda y un extraño sentimiento de tristeza y culpa, culpa que sentía que pronto desvanecería. Una inminente sensación de "momentos finales" acosaba sus pensamientos, y ella, con serenidad, la aceptaba. No quedaba más, no merecía más. Sus pasos, tanto tenues como sinuosos, emitían un sonido notable debido a las botas que llevaba, que hacían cierto juego con la estética del lugar. Un sonido notablemente femenino también, de clásicos tacones golpeando un suelo sólido de algún material noble como aquellos que ella ya había caminado, y cuyo sonar se detendría poco después al toparse Razna con un vitral de aspecto acrisolado, de colores etéreos, limpios e impolutos. Contenía lo que ella buscaba. Una mujer de aspecto puro, cuya pureza se desprendía a lo largo de la pieza, de aspecto fuerte, justo y sólido. El modelo que ella necesitaba, a lo que aspiraba en este momento y el resurgimiento que ella deseaba como la chica derrotada que ahora era, pero que no quería darse por vencida. Analiza minuciosamente cada figura presente en la pieza, pero el rostro resplandeciente de la diosa junto a ese sol fulgente le parecían dos elementos que cargaban con mucho poder en aquella imagen. Por otro lado, aquella otra mujer arrodillada, de tonalidades opuestas a las de la figura central llamó especialmente su atención. Encontró un peculiar parecido físico con ella, cuestionándose si, por lo que hizo y con esa representativa similitud, era lo opuesto a aquella imagen pulcra y sublime de la diosa y a sus enseñanzas. Comienza a escuchar más pasos detrás de sí y considera rápidamente la idea de retirarse debido a sus propios pensamientos de que ella era ajena al lugar y no debía hablar nadie dentro, entrecruzándose con el miedo que de alguna manera aún persistía en su mente, pero, mientras aún maquinaba lentamente el proceso de darse darse la vuelta y continuar su recorrido en direcciones contrarias, aquellos pasos fueron correspondidos por una voz. Una voz desconocida para ella, que rápidamente calificó como poco amenazante, pero imponente. El aire de un padre capaz y versado, pero también fuerte y experimentado. Tarda un poco en responder a sus palabras, hace unos 40 segundos de silencio, como si planease ignorarlo mientras continúa aún mirando el vitral, pero la imagen, tan calmante y benévola, la reposiciona en su melancólica tranquilidad. Finalmente, luego de un tiempo, responde, abriendo su conversación de manera directa, sin introducirse, dando a entender que llevaba un largo rato pensando. Su voz suena paciente, tímida y baja, notándosela agotada. Un tono gris dominaba en sus palabras.

-...
-... ¿Cree que... Nirvana exista? ¿Ella es alguien que concede y confiere el perdón... qué pasará con aquellos que hayan desobedecido a su palabra sin saber lo que hacían, con aquellos demonios inocentes que desconocían de su regalo y cuando se dieron cuenta, no supieron apreciarlo? ¿Serán víctimas de ella o de sí mismos?
-No he comido en días... el recuerdo de la comida de la hermana que cuidó de mí alguna vez me ha traído... el abrazo de una madre siempre será la máxima sensación de salvación que una persona pueda encontrar. Quizás sean una pequeña manifestación de Nirvana entre nosotros. Su recuerdo me hace sentir que todo está bien, que el hambre ya no existe en mí y que este techo me mantendrá segura de cada tormenta... ¿soy yo aún... digna de recibir sus alimentos e ingerirlos bajo su manto de protección?
-Lo siento mucho por todo esto, sólo estaré... por unos pocos días, quizás unas pocas horas, o un corto plazo de aquí en adelante, pero desearía que la Diosa y la hermana sepan que he solicitado el perdón y su sacra misericordia... Y devolveré esa gratitud con mi vida... si mi edad me lo permite, me gustaría permanecer aquí durante ese tiempo, con ustedes y sirviéndolos como breve símbolo de la gratitud de una dama impura...

En ningún momento corre la mirada del vitral o se gira de éste, observando por un corto plazo de tiempo a cada personaje representado. Tras su última frase, da un breve silencio que corta o interrumpe al sacerdote levantando su dedo hacia aquella mujer de rodillas que había llamado tanto su atención, haciendo otra pregunta.

-Esa mujer se parece mucho a mí... ¿por qué? ¿quién es...? - dice de manera curiosa y sorprendida, con cierto tinte pueril y cándido, conservando aún así sus formas de doncella con su débil tono de voz

fun fact: no es religiosa, sólo curiosa y esotérica
>>234835
Quedó bien :3
>>852347 (OP)
Fuera de memes ¿cómo luce el chileno promedio?
>>110042
>>234835
Pues queda bien. Ahora si, borro.
>>852332
>preferir negros a musulmanes
¿p-porque? Al menos inténtalo loro.
>>852333
>>852335
Estos negros entienden que son simples esclavos, saben cuál es su lugar, en cambio los moros en Europa imponen sus costumbres por la fuerza y hasta con ataques terroristas.