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Solo tomo en cuenta el primer dado negrito, no los otros que tiras.

>Tu corazón latía con fuerza, debido a la adrenalina que te proporcionaba la situación, tu misma consciencia parecía exigirte que pelearas, mientras empuñabas tu sub-fusil, analizabas y observabas con decisión a tu contraria.
>Era casi sorprendente, pues parecía tan solo una simple niña, de un cabello corto pero blanco, la cual tenía ojos de un raro iris que menguaba entre un amarillo claro y el azul. Aunque aquella fachada infantil, de inocencia, se rompía inmediatamente al notar la macabra sonrisa que tenía dibujada en el rostro, al son de unos ojos que parecían observarte de forma fija y calculadora. Como si tratara de intimidarte o preveer tu próximo movimiento.
>Esta escucharía tus palabras, mientras avanzaba paso a paso, lentamente hacia ti, empuñando una de sus cuchillas en cada mano.

¿No eres de ningún gremio...? Podría llegar a creerte y dejarte en paz, no es mi estilo solo matar por que si.. aunque parece que si es tu estilo. Así que tan solo dime tú nombre, y respóndeme unas preguntas, luego quedarás totalmente libre de mi. La vida es preciada, solo hay una, no hay que menospreciarla solo por ser ajena...

>Pero la aparente pequeña niña, no terminaría de siquiera decir esto, que tú empezarías a apuntarle y a empezar a emanar un aura verde de tus manos, que empezaría a envolver al sub-fusil, con delicadeza, para mejorarlo, aquello iría tardando un poco más de lo que creías, pues parece que sería al menos medio minuto para que se terminara de modificar por completo. En esos instantes, notarias como de forma casi inverosímil, aquella niña tan solo se movía hasta el extremo izquierdo del tren, y parecía meterse a la ventana, no traspasandola, casi como si de un portal se tratase, pero tú concentración se vería pérdida rápidamente, pues tan solo momentos después de presenciar aquel raro acto, aquella niña parecia salir de forma sumamente rápida, por la ventana que estaba a un lado tuyo, abalanzose contra ti, mientras portaba sus cuchillas, para que luego y antes de que terminaras de modificar aquel fusil, está hiciera unos elegantes pero perspicaces cortés en dirección a tu arma, generando un breve frenesí de chispas por el contacto de sus cuchillas con el metal del fusil. Podrías notar como tu arma caía en pedazos, más exactamente se partía de forma uniforme en tres partes, teniendo claras marcas de cortes en su separamiento, mientras tan solo quedaba en tu mano el mango y el gatillo de aquel fusil, con lo que poco y nada podrías hacer, mientras aquella niña tan solo permanecía a tu lado.
>Mientras tú, de forma casi desesperada te dispondrias a escapar al próximo vagón, intentando usar Tecnocmancia para que la puerta se abriera de forma más rápida, pero no lograrias ni hacer dos pasos, que sentirías un fuerte golpe en tus rodillas, al son que aparecía frente a tus piernas una de las piernas de aquella aparente niña, la cual parecía mucho, pero mucho más rápida que tú, te había conectado una patada contundente que te haría trastabillar unos pasos, para consecuentemente hacerte caer en el suelo. Sentirías un amargo pero leve dolor en las palmas de tus manos, debido a que estás habían amortiguado la caída de forma instintiva, mientras sentías la frialdad del suelo con tu rostro, aquella niña parecía ponerse frente a ti, nuevamente con una macabra sonrisa dibujada en sus labios.

No lo volveré a repetir... Ya respóndeme, por que no tengo mucha paciencia y me puso algo de mal humor, el que me disparas en la cabeza y me intentaras asesinar sin razón dos veces. Una tercera y te quedas sin tripas, ¿Entendido..?

>Diría en un tono algo amenazante la peli-blanca, mientras tan solo conservaba aquella expresión sonriente, que demostraba leve soberbia, para luego volver a enfundar ambas de sus cuchillas en alguna parte oculta de sus haraposas ropas. Para colmo, está pondría un pie en tu cabeza, ejerciendo algo de fuerza, dejándote con el rostro pegado al suelo, esperándote a que le respondieras, parecía que verdaderamente te mataría si volvías a intentar algo o al menos eso pretendería, por ahora parecía ser bastante calmada aquella niña. Una de las palmas de tu mano parecía arder con fuerza nuevamente, mientras raros pensamientos empezaban a inundar tu cabeza de nuevo.
<Consumela.. consumela, déjala sin nada, conviertela en polvo, despojala de todo.. se consumida...

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>Dices aquellas palabras impavidas, mientras tienes fugaces recuerdos de la mujer embarazada a la que asesinaste, conservas su revolver, también recuerdas vagamente la piedad que tuviste con Kamila, aquella la cual se parecia a una vieja amante. Avanzas un paso más a tu deshumanización, siendo prácticamente un monstruo que solo ataca y no analiza, por tu propio orgullo, a pesar de que Kamila no quería matarte, tú no tienes las mismas intenciones que ella. Por lo que de una forma rápida, y usando nuevamente tu agilidad de asesino, logras esquivar el inminente espadazo de aquella peli-rubia, mientras que desenfundas el revólver que tenías oculto y lo empuñas, podías sentir el peso de aquella arma y aún ver la sangre seca levemente impregnada que tenía de su dueña original. Luego de que Kamila hubiera fallado ese ataque, dando un corte meramente al aire, se dispondría a volverte a atacar, empuñando aquella arma blanca, pero no se esperaría lo que vería frente a sus ojos, pues tan solo a un metro tenía un arma apuntandole por parte del asesino, algo fatal para su estrategia de combate, pues creía que aquel hombre no traía ningún arma encima. Pero antes de que está pudiera reaccionar y quizás intentar dirigir otro espadazo a Alesteir, se escucharía un fuerte ruido, que retumbaria en toda la cabina, al son que se podía ver como un atizfago rápido y breve de fuego salía por la boca de aquel revolver, mientras que la mano de Alesteir se veía movida hacia arriba, debido al retroceso del arma, mientras que de la boca de la misma, salía una espesa hilera de humo, habías jalado del gatillo del arma. Luego de aquel retumbante sonido, solo podrías observar cómo Kamila dejaba caer la espada de entre sus manos, soltandola y cayendo la misma al piso, generando un leve sonido ante el choque del metal de aquel sable y el suelo, que era igualmente de hierro. Mientras ponía ambas manos en su abdomen, a un lado de su ombligo, en aquella zona parecía emanar sangre, pues rápidamente se notaría como sus ropas monocromáticas, se empezaban a empapar de un color carmesi, luego está se sentaria de forma lenta en uno de los bancos de madera que tenía detrás, mientras tan solo tenía una mueca de dolor, y ambas manos en su estómago. Esta diría luego tan solo en un tono serio, mirando de forma algo perdida al suelo, de una forma bastante calmada.

Vaya asesino prodigio.. necesitando un arma de fuego, para arrebatar vidas...

>Esta tan solo soltaría un leve tocido, acompañado de una mueca de dolor, que largaria una pequeña cantidad de sangre, notarias como luego de aquello tan solo se escurría una tenue hilera de su sangre por el lado derecho de su labio, mientras seguía diciendo de una forma un tanto más débil, evitando mirar al asesino.

F-felicitaciones.. v-venciste a una sirvienta, espero ya estés orgulloso y satisfecho, "Asesino". Espero al menos no seas tan patetico y al menos me digas, quien es "Naoh", quiero al menos el beneficio de la duda... A-aunque sospecho que solo estás loco o drogado..

>Diría aquello, aún de una manera débil, mientras volvía a soltar un leve tosido. Aún manteniendo apretado su abdomen, el cual aún parecía empapar sus ropas de sangre. Mientras el vagón se movía de forma leve debido a la velocidad, al son que las luces del mismo titilaban. El destruido vagón, daba una vista a un escenario bastante deprimente, con bastante sangre en el suelo e impactos de balas por doquier.
<Solo dejate consumir.. acaba con este sin sentido de una vez, Alesteir. Demuéstrale la verdad.
>La marca en la palma de tu-

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