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Anónimo {{'2021-04-02T20:08:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 1324272

>>1323327 (OP)
Negro la palabra "derecha" se refería a los tipos que se sentaban a la derecha de la asamblea francesa y que estaban a favor del rey, y los de la izquierda a favor del pueblo.
La etiqueta de derecha e izquierda actualmente es confusa porque ya no se usa en el contexto en que se inventó.
Ya no hay reyes de Francia para empezar que eran la real derecha.
Ahora hay más grupos políticos que no se pueden solo dividir en derecha e izquierda, esa es una simlificacion infantil y que lleva a la manipulación y algunos bajo esa etiqueta se disfrazan de cosas que no son.

Los que se oponen a las regulaciones ambientales son los políticos empleados de grupos empresariales, sobre todo de industrias extractivistas que son las que contaminan más y no quieren gastar en controlar su contaminación. O sea están a favor de que unos pocos empresarios ganen dinero perjudicando a la gente local que vive en el lugar y el país. Y lo peor es que estos políticos vendepatria apoyan a empresas extranjeras que solo entran al país a sacar recursos, luego se van, y que no quieren invertir en controlar los daños ambientales que se producen en toda industria. Cómo no viven en el país no les importa contaminar la zona y dejarla esteril y la gente enferma.
Un gobierno realmente nacionalista pone los intereses del país primero y hace el balance futuro. Tiene el deber de establecer normas ambientales ya que es donde vivimos. Muchas culturas han declinado por no controlar los problemas de su medio ambiente. Y hay industrias que hacen más daño que otras. Las industrias más contaminantes son las mineras cuyos costos en limpieza de sus propios contaminantes es cara y si no asumen sus costos, lo tendrá que hacer la gente con sus impuestos y lo peor con su salud. También las regulaciones ambientales sirven para mantener recursos renovables como los árboles, los peces del mar, ya que sin control del gobierno hay depredación por parte de las empresas que solo ven el dinero y no les importa matar a la gallina de los huevos de oro. Muchos llamados liberales o libertarios están contra las regulaciones ambientales y contra el poder del Estado en proteger los intereses del país, porque dicen que eso le quita libertades al empresariado de hacer lo que se le dé la gana.
Ellos quieren un estado debil y diminuto, pero en dónde el Estado es débil y pequeño quien se hace del poder son los ricos grupos empresariales, y como la única motivación de las empresas es ganar dinero pues se dedican a eso, a ganar el dinero sin pensar en un mañana. Eso hacen las empresas, es como un cocodrilo que siempre va a comer carne. No sé puede esperar otra cosa de ellos. El rol del estado está en servir de contrapeso al poder económico de los grupos empresariales para defender los intereses de la mayoría que no son empresarios, del pueblo. Pero los libertarios quieren debilitar al Estado para poner a cargo del país al cocodrilo, es decir al empresariado que no le importa ni le tiene porque importar el bienestar del pueblo.
Se puede ser capitalista con políticas ambientales pero estas tienen que nacer del Estado porque se necesita fuerza para hacerlas cumplir. Ejemplos vemos en las democracias europeas, en Suiza hay una gran política ambiental, hasta en EEUU hay mayores controles ambientales que no hay en Latinoamérica porque los lobbys nos quieren tontos y de piernas abiertas para que no pongamos protecciones ambientales a favor nuestro. Hasta en Japón se dieron regulaciones ambientales para evitar la deforestación de la isla y luego una campaña de reforestación que se dió desde poco antes del siglo XIX y que ha hecho que la isla ahora este verde cuando en el pasado estuvo a punto de quedarse desierta. Ya que sin árboles, la lluvia lava la tierra de nutrientes, que con el tiempo se queda estéril y sin estos el viento acelera la erosión.
Ser antiecologista o estar contra las regulaciones ambientales es como oponerse a qué se haga limpieza y mantenimiento en la casa. Si todos en la casa botan basura sin que nadie ponga orden y un sistema de eliminación de desperdicios la casa se vuelve inhabitable. Al inquilino que solo viene un rato no le importa botar basura en la sala y en la cocina porque se va ir al rato sin ver ni sufrir los efectos de su contaminación, pero los locales que se quedan si los sentirán. Por eso sí un político se opone a las prácticas y regulaciones ambientales se le debe considerar un traidor que está esperando fugarse al corto plazo con un botín por hacer lobby para depredadores que también se irán y no les importa como dejen el futuro del país y la gente que tiene que habitar en el.

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