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{{'2020-07-03T21:06:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 308752

Aquí Bell. Este seguramente sea el último turno que mande hoy y quizás en varios días si cierto problema que tengo no se resuelve.

Aviso en caso se pregunten por mi ausencia.

>>305877
>Sylvie
El Behelith está hecho de ET, y algunas personas podrían notarlo. Pero el número de ellas es bastante reducido, y de todas formas Sylvie no parece preocupada de que alguien llegase a notar ese detalle. Lo vuelve a guardar entre sus prendas y regresa su atención a las mujeres que la atienden.

"Amigos..." Murmura la palabra como si se tratase de un concepto extraño. Primero se le viene a la mente el rostro de Nephy, adornado con una sonrisa entre traviesa y maliciosa, sus ojos son de distintos colores y eso a la adolescente le parece muy bonito. Luego viene Aurelia, ella también sonríe mucho, de forma leve, y Sylvie se preocupa solo cuando deja de hacerlo. La doctora Marsella también es buena con ella, pero siempre está ocupada y Sylvie solo la ve de vez en cuando. Lo mismo pasa con el Tio Max, y con Marceline, aunque escuchó que esta última anda rondando por América, así que existe la posibilidad que se vean. "¿La gente que me cuida cuenta...?"

Alexandra recapacita sobre darle un ratón y la adolescente suelta un suspiro de alivio. Si la mujer hubiese insistido un poco más, Sylvie no habría tenido más opción que aceptarlo por simple educación y quedaría atrapada en el mundo de las deudas como ocurre con los parias de muchas sociedades.

"Sus ojos son muy bonitos, señorita" Dice anclando la vista en la mirada de Alexandra. Estuvo jugando con los ratones, así que no se fijó hasta ahora en los distintivos que son. "Son como... Piruletas, de las circulares. ¿P-Puedo...? Olvidelo..."

Iba a pedir algo demasiado grosero, una practica mal vista por mucha gente, de ahí que bajara la cabeza y se regañara a sí misma por verse tentada.

A Sylvie le encanta jugar con los ratones, se nota en su sonrisa. Mantiene el cuerpo quieto sirviendo de puente para los pequeños animalitos que suben por un brazo y bajan por el otro. Cuando le pasan sobre la cabeza ella se estremece como gelatina, debido a que se sintió como un headpat muy leve. La adolescente rebusca una vez más en su vestido queriendo encontrar un trocito de queso o comida para darles...

Mientras revisa, piensa en cuantos trabajo necesitaría para pagar un ratón. De seguro hasta tendría que dar su cuerpo para resolver una deuda tan grande... Levanta la vista hacia Alexandra, ve que es una mujer, pero la adolescente entendió desde su epoca como esclava que algunas de ellas tienen los mismos gustos que los hombres. No sabe la razón, pero Sylvie no suele cuestionarse esos asuntos y simplemente obedece. Las primeras veces supo a los golpes que era mejor no gritar ni resistirse, y las siguientes comprendió que a muchos tampoco les gustaba que fuese tan rígida y silenciosa, así que aprendió a fingir aunque por dentro y por fuerza se sintiera destrozada, hundida en el caldo fangoso de los bajos instintos de personas crueles.

Algunos que fueron amables y caballerosos... Sylvie los recuerda porque podía verlos a los ojos sin temor a una bofetada o un insulto. Pero eran muy pocos en comparación, y los buenos tratos quedaban aplastados por los roces sádicos. El cuerpo de Sylvie es un mapa de toda esa historia. Aun con el tormento, la adolescente cree que pudo ser peor, pudo convertirse una de los niños-engranajes del hombre quemado y su coloso de acero.

"¿Puedo darles esto...?" Enseña una galleta con chispas de chocolate. Mira a Alexandra buscando su aprobación. Planea picar un trozo pequeño y darselo al ratón blanco que la anda viendo. "¿Eh...?"

Explora la habitación buscando el origen de la voz chillona.

"Fuiste... ¿Tú...?" Pregunta mirando a Zoe. Unos segundos después capta que vienen del roedor blanco. "N-No sabía que podían hablar... Te llamas... ¿Litel?"

En las afueras del centro del reclutamiento, dos personas andaban preguntando por una chica pequeña con el cuerpo lleno de cicatrices. Una es una mujer alta de cuerpo exuberante y cuyo cabello caía como ríos de oro. La otra era una joven de movimientos erráticos con pintas más dementes que la del ~~Guasón~~ Joker.

Aurelia: ...

Nephy: Es bajita, delgada, cabello oscuro, muy obediente... Su nombre empieza por S y termina por ylvie. Si no la han visto vuelvan a rebuscar de nuevo. Como ya dije no tiene mucha volumen y pudieron confundirla con una pared o algo igual de plano.

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