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Anónimo {{'2020-05-08T14:20:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 370468

>>370465
Te quitaste el kaku obi para poder enseñarle tu pene, sus ojos se abrieron como platos al ver uno por primera vez, nuevamente tomaste su mano para que lo apretara, ajustaba y soltaba probando la textura, ver a una chica de su edad comportándose de forma tan inocente era divertido pero también querías obtener tu parte, aun estando sobre ella te acercaste a su rostro dejando tu pene cerca de sus labios, le dijiste que abriera la boca, dudo un poco pero lo hizo, lentamente fuiste metiendo tu glande para que tocara su lengua, cerraste los ojos intentando controlarte, sentías como si tu pene fuese a derretirse con su saliva, tan solo jugabas con su lengua para lubricarte, Reimu no parecía tener problemas con esto, posiblemente no lo entendía del todo, le dijiste que lamiera, lo hizo y pudiste disfrutar de su tibia lengua raspando la punta, la sensación era demasiado buena así que le pediste que se detuviera para no terminar en su boca - ¿Se siente tan bien? - Acariciaste su cabeza y bajaste para tomar sus piernas, le ibas a enseñar lo bien que se sentía, levantaste su falda y apartaste sus bragas blancas, su entrepierna era brillante, sin un solo bello, con el aroma a su sudor que olía igual a frutos secos, sacaste la lengua para dejar que la pasara bien, la escuchaste gemir en el momento en que tu lengua entro, no te detuviste, comenzaste a saborear sus fluidos, podías escuchar como su voz escapaba y se retorcía ante el choque de placer, su cuerpo comenzó a tensarse, eso era... Te apartaste para introducir tu dedo medio y comenzaste a masturbarla, ver como intentaba contenerse te hacia acelerar, ya no pudo mas, su cuerpo cedió ante el placer y sus fluidos comenzaron a chorrear, Reimu había tenido su primer orgasmo, se cubrió el rostro con la mano derecha intentando calmarse, había sido demasiado, tomaste su muñeca para ver su expresión, era incapaz de decir palabra, ya no había vuelta atrás, esta era una oportunidad única, apartaste la yukata y pusiste tu pene en su entrada, con tanto liquido no fue problema entrar, resbalo fácilmente dejándote sentir su interior, tan estrecha, le estabas robando la virginidad a una miko, esta mordía su indice, el gusto y dolor se mezclaban mientras comenzabas a moverte lentamente, cada que lo empujabas gemía, al sacarlo se hacia mas estrecha apretándote como si no quisiera dejarte escapar, su vagina era mas que compatible con tu pene, ambos se sentían en las nubes, bajaste para abrazarla y mover tus caderas escuchando a lado de tu oído su respiración y gemidos, sus uñas se clavaban en tu espalda pero no perdías el ritmo, deseabas que siguiera sintiéndose bien - Otra vez - Te susurro, comenzaba a apretar, estaba por terminar otra vez pero no la dejarías sola, golpeaste para acompañarla en su orgasmo dejando que todo saliera dentro.
...
El Gensokyo era un buen lugar, acostado en el futon de Reimu la abrazabas mientras dormía, a pesar de toda su experiencia en combate la habías llevado al limite aquel día, ibas a disfrutar esta nueva vida.
Fin

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