Version 0.2.5
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El Cristo fue destruido en las guerras de Zeon contra la Federación.
>Mora
Antes de partir se topan con un par de guajiros buscando disfrutar el día con una buena presa.
"Si me concentro mucho puedo convertir a un pastor alemán en un gato... Pero solo por unos minutos. Es gracias a mi magia de tuerta" Agita los dedos como Jack Sparrow y usa un tono tenebroso para decir esas palabras. "¿Sabes que sería gracioso? Hacerte aparecer orejas de gato, y una cola. Muy irónico todo si se piensa en ese alias tuyo. Pero mejor te dejó hacer lo tuyo"
Usando granadas de plástico la maid espanta a los esclavista. Al verlos salir corriendo, Morita se echas una risa y dice que es un truco muy genial, aunque añade que preferiría que explotasen. Curioso comentario venida de alguien que hace nada le pedía discreción a la ex-guerrillera.
En Rio de Janeiro...
La terrorista entra al territorio agitando maracas, haciendo honor a su costumbre se nunca tocar. Se encuentra con Alejandra a medio vestir.
"Epa, no es pa' tanto, que no he visto nada del otro mundo. Aunque hubiera sido genial que tuvieses tres tetas, sería raro, pero muy impresionante. Tal vez exista un fetiche de eso..."
La guerra se actualiza, y lo mismo ocurre con el crimen organizado. Las favelas están equipadas con misiles de largo alcance que se ven desde plataformas sobre las casas. Algunos están pintados con colores chillones, siguiendo el estilo carnavalesco de la región y gritando ¡Eh, cuidado donde vueltas, que te destrozo!
Hay un estacionamiento de mechas en la parte baja de la favela. Es normal que el lugar sea visitado por mercenarios, y los que más dinero tienen generalmente traen sus armatoste de guerras. Son gente peligrosa, por eso aunque no hubiese seguridad, que la hay gracias a los lideres de las distintas pandillas, nadie con dos dedos de frente se robaría un mecha.
Los piropos para Alejandra y Morita no se hicieron esperar. Para la segunda hubo más por mostrar bastante bien. Aunque con la muchedumbre continua de gente, las exclamaciones, y la estridente música, poco se pudo escuchar. Morita le entregó un intercomunicador a Alejandra para que pudiese hablar sin gritar.
"En este lugar hay mucho cacique andando, así que andemos con pies de plomo. Mira, allí al fondo a la derecha, los hermanos Toro, cubanos, ¿viste como sudan? Están desesperado por la aniquilación de los Castros y oí que buscan como locos un grupo para espantar a los que tomaron la isla. Si te interesa puedes intentarlo, pagan bien. A las 10 en punto, esa puta de pelo rojo que no cobra, es una inquisidora española, ya sabes, de esas que en publico castran a los tipos pero en privado no puede vivir sin un guebo dentro. Hablando de perras de cuidado, ¿no es esa la Ajusticiadora? Oí que Asesino Nizou la mató, pero parece que fue solo un rumor. Siempre es mejor tomar los chistes con pinzas. D Pequeño a las 12, sin duda es más feo en persona. Oh, mierda, el BOPE... Uff, no parecen estar cazando. Que bueno. ¡Oh, mierda! ¡Una psicópata más loca que una hiena...! Espera... Eres tú, me confundí, lo siento"
Morita no lleva mucho tiempo nadando en el crimen organizado, solo un par de años, pero le fue suficiente tiempo para saber el nombre de quienes debe cuidarse. Quizás si hubiese investigado un poco más, sabría quien era la maid que le acompaña antes de haberla conocido.
Mezclándose entre la gente, suben las escaleras hacia la cima de la favela. El viaje a pie dura media hora, en los empinados y enrevesados caminos construidos en esos cerros. Sobre las casas hay vigías armados con rifles y metralletas de alto calibre. Morita soborna a un niño de la calle para que le diga donde está la ONG de la Fundación Live. El niño la conoce porque siempre dan cena gratis los martes, viernes y domingo. También arreglan casas en peligroso estados de derrumbe, y tratan a personas con distintos padecimientos.
"¿Sabías que Live, es Evil al revés?" Comenta Mora a Alejandra de forma casual. Lleva pensando en eso buena parte del viaje. "Me pregunto si la tal Marsella lo hizo a posta... En caso de que sí, me preocuparía. Nada jode más que una sadica con sentido del humor"
La clínica es relativamente grande. Tiene un solo piso, pero reúne una recepción, un pasillo con habitaciones para pacientes, un comedor, salas extras para el personal, y un patio donde hacer ejercicio.
En el vestíbulo...
Alejandra y Morita está frente al escritorio del tipo de recepción. Es un tipo bien parecido, con una barba de tres días y el animo de quien le gusta su trabajo y se siente superior a quienes no dedican su tiempo libre para los demás Te acuerdas del, ¿politico? que queman vivo en Tropa de Elite... Es un tipo así?.
El hombre se presenta como quien maneja ese lugar. Al parecer esta atendiendo la recepción porque la chica que lo hacía se enfermó de dengue.
"¿Y que necesitan? Por sus pintas veo que vienen a los carnavales" Comenta el tipo.
"Espere... Yo y mi amiga tenemos que hablar algo" Dice Morita con cara de póquer. Toma a Alejandra del brazo y la guía hasta una esquina para conversar de forma más privada. Se inclina hacia y susurra: "No sé cómo hacer esto... Generalmente suelo estallar gente, no hablar con gente. ¿Cómo procedemos...? ¿Le enseño una granada y vemos que pasa? Antes no tenía que preguntar esto a nadie porque era yo sola... Pero no quiero quedar como una idiota que no sabe planear más de dos pasos hacia adelante... Seguramente soy esa clase de idiota, pero no es la idea dejarme llevar y terminar cagandola"
"¿Todo bien allí?" Pregunta el tipo en voz alta. "Si necesitan ayuda de cualquier clase, en este lugar se la daremos. Estamos para ayudar"
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