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Aquí tienes la respuesta >>279626

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>Danna y Zhandara
Maestro y alumna esperan en la cola del establecimiento. Esa tarde en particular tiene mucha gente, lo que demuestra un buen flujo monetario o quizás uno de los dependientes sufrió un infarto. En cualquier caso, en la calle se dice que las cosas están mejorando para los ciudadanos. Luego de la masacre de Petare, y la aparición de los caballeros negros, la criminalidad se redujo muchísimo. Pluto.inc también aprovechó de comprar bastante del nuevo terreno para construir negocios. Pero eso no son asuntos que le importen a los Von Karma que buscan su helado.

"¿Ocurre algo malo, Danna? ¿Quieres soltar un gas? ¿Estas sufriendo un infarto?" Cuestiona Zhandara. Anda mirando de reojo a la pelinegro, pero no se nota por la extraña mascara que lleva.

Danna niega con la cabeza. Permanece cruzada de brazos con una expresión serena. Su contextura hace que las personas la miren con algo de temor, parece capaz de aplastar la cabeza de alguien como si fuese un globo de agua..

"Nada de eso, maestro. Solo estoy pensando, Hmmmmmm..."

"Por eso me resultaba extraño tu comportamiento. Generalmente te la pasas diciendo Justicia esto, Justicia lo otro, Quiero carne de res, entre otras frases"

"¡¿Eh...?! No soy tan unidimensional. Deje de decir esas cosas. Solo me andaba preguntando si valía la pena quedarnos, o si sería mejor ir a otro país que nos necesite. Las cosas aquí parecen muy controladas" Señala con el pulgar a una patrulla de los caballeros negros que viene pasando. Durante los momentos que tienen esta conversación avanzan dos puestos. Danna cruza los brazos detrás de su cabeza y suelta un largo suspiro. "Ademas tampoco hay gente fuerte con la que pueda poner a prueba mis habilidades... Me gustaría conocer la derrota, al menos una vez"

Los malandros son rivales de bajo nivel. En su mayoría son como minions, van en grupo, hacen mucho alboroto, y si le quitas sus juguetes (Armas) poco van a hacer. Zhandara prefiere compararlos con los gremlins por su aspecto y comportamiento.

Para Danna es gratificante apartarlos del mal camino a los golpes, pero a veces le gustaría encontrarse con oponentes que puedan hacerla sudar o sangrar. La última vez que peleó en serio fue contra una enfermera loca, a la que terminó quitandole el ojo debido a verse acorralada. Técnicamente el encuentro terminó en empate.

"¿Podríamos también ordenar unas hamburguesas? ¡Y papas fritas, maestro! ¡Las papas fritas son lo mejor! Ojala también sigan dando salsa szechuan" Comenta la peleadora feroz.

"Oí que terminó la promoción de esa salsa el mes pasado" Dice el sujeto que va delante de Zhandara. En ese país parece normal tener charlas casuales con cualquiera.

"¡¿En serio, hermanito?! ¡Que mala suerte! Con lo buena que está... Pero esta bien, así el hecho de probarla se vuelve más especial"

Jessica toma su lugar detrás de la pelinegro. Danna es muy alta y tiene mucho cabello. La cocinera se ve obligada a alzarse de puntillas y poner la cara en el pelo de la Von Karma para tocar su hombro en un intento de llamar su atención. La justiciera huele a lavanda. Da media vuelta y escucha lo que Jessica tiene que decir.

"¿Dejarte pasar, hermanita? ¿Por qué? ¿Tienes que hacer algo urgente?" Pregunta. Si Jessica comentase que fuese para comprar una hamburguesa, no la dejaría pasar porque todos deben esperar su turno de llegada como las reglas indican. "No me interesa el dinero" Dice con una expresión tranquila.

Lo material le resulta indiferente porque puede crear casi de todo con su energía. Hasta comida, aunque esta no llene ni sepa igual de bien.

"¿100 Zeondolares/federashekels? ¡Trato hecho!" Dice el tipo que tiene Zhandara delante al oír la oferta.

Danna entrecierra los ojos. Le disgusta que pongan en duda el orden, y mucho menos su autoridad como agente de la ley semi-rumoreada semi-confirmada. Por eso en su corazón decreta una regla con la Real Authority: ¡Cada quien en su sitio!

El tipo no puede tomar el dinero de la chica, ni tampoco moverse de su lugar. Algo extraño pasa. El resto ni si quiera notó el cambio. La fila sigue su curso y avanzan un puesto más.

Danna encara a Jessica y le señala.

"¡No hay nada de malo con el dinero! Pero abusar a través de la moneda está mal, hermanita. Todo lo que hago es por el bienestar de la gente, así que no lo tomes a mal. Toma un caramelo"

La Von Karma saca un caramelo de su uniforme raído y se lo da. Lo tomó de la enfermería donde enfrentó a Mora, así que están bastante viejos porque son del año pasado. Danna se olvidó que los tenía hasta ahora. No le molesta comer esas cosas porque parece inmune a todo, su estomago es de hierro y su sistema inmune destruye todos los virus y enfermedades como si fuese Godzilla arrasando Tokio.

Llegan a puesta del establecimiento. Falta poco para entrar.

"Danna, ahora que estamos en el umbral del calor y del aire acondicionado, ¿tienes dinero?" Cuestiona Zhandara.

La justiciera luce desconcertada.

"C-Creí que tú tenías, maestro. ¿No te pagaron por andar ayudando a los animales en el veterinario"

"Dije que me pegaron por andar desayunando a los animales en el vecindario"

"¡M-Me dijiste que habías dejado esa costumbre! ¡Arrrrg!" Danna gruñe exasperada y se agarra el pelo.

Ambos lucen bastante nerviosos. La fila sigue y ya están dentro. Zhandara dice que podrían irse pero Danna se niega, planea quedarse en la cola hasta el final para probar su punto y respetar su propia regla.

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