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{{'2020-03-03T07:53:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 281512

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>Días antes de la infiltración a la Happy Farm
En las afueras de la posada en la cual se encontraba junto a Mora, Alejandra estaba viendo al horizonte, ya todo esta planeado, no tiene mucho que hacer ahora mismo y Mora probablemente se encuentra dormida, viendo internet, la televisión o quien sabe donde, pero le dijo que volvería mas tarde. Llegados a este momento, la chica se encuentra observando algo que tiene entre sus manos, lo consiguió en Rio de Janeiro y si hace lo que dicen que hace, probablemente esta sea una experiencia única... tan única que solo puede hacerlo una vez. Se fue a un lugar apartado, se sentó bajo un árbol y le dio varias vueltas a la fruta de ET.

Veamos si esto hace lo que dijo el muerto... o es solo una simple estafa... trampa caza bobos como dicen por ahí.

Le da una mordida a la fruta... luego otra ... y otra... se la termina comiendo y después de eso solo sigue mirando al horizonte. 5 minutos pasan, tiene la vista perdida y el rostro serio. Da un corto suspiro y se dispone a levantarse.

Todo esto fue una maldita farsa... no se como pude creerme que algo como eso ocurriría en realidad. Obviamente nada de toda esa basura fue real... tampoco será real... y no se va a cumplir nunca, ni en la vida real ni en una puta alucinaci-

Una estruendosa explosión se escucha a lo lejos, proviene de la posada. Alejandra abre un poco los ojos.

¡Mora!

Dice en voz alta, procede a correr en dirección a la posada, a lo lejos puede ver humo y fuego saliendo de ahí. Otra explosión ocurre, esta vez en sus pies... piso una mina terrestre. Alejandra queda inconsciente.

Despierta algo sobresaltada, buscando la finca con la mirada, no la encuentra, ahora simplemente hay un prado, luego de unos segundos se percata que su ropa esta cambiada, ahora tiene su traje de maid. Se pone de pie, al voltear observa una mansión de color blanco con un amarillo pastel. Las rejas son negras y hay varias camionetas aparcadas. Sube la mirada, lee algo que no creía que iba a leer... "Lovelance" se encuentra en la mansión de los Lovelance, en Merida, en los mas alto de una colina donde no se puede ver una ciudad, solo un prado lleno de flores.

Se adentra a la mansión, no parece haber nadie, al menos hasta que siente algo que golpea su espalda, parece un palo. Alejandra voltea rápidamente, algo molesta.

¡Oye que carajos te pa-... ¿F-Fabiola?

Fabiola: ¡Así no es forma de hablarle a tu compañera, Rosari- Roberta! Ayúdame a limpiar, el señor Lovelance va a llegar pronto del mercado y tenemos que tener la entrada limpia. En esta época las hojas se caen y tenemos que amontonarlas.

...

Fabiola: ¿Te comieron la lengua los ratones? ¡Ven conmigo! Toma.

Le dio un rastrillo, Fabiola tenía dos en la mano. La maid lo agarro, pero no se movía de su lugar. Fabiola voltea e infla los cachetes con el ceño fruncido.

¡Vamoooos! No te quedes paralizada, vamos, vamoos. Tenemos trabajo que hacer y hojas que barrer.

La peliverde agarro a su compañera de la mano y Alejandra fue arrastrada por la pequeña chica hasta la entrada. Esta se puso a recoger las hojas, pero Alejandra aún se encontraba quieta como un tronco. Fabiola se le queda mirando por unos segundos y la toca por debajo de la cara.

Fabiola: ¿Tienes fiebre?

¡No!

Fabiola: ¿Hmmm...? Bueno, entonces ayudame a recoger las hojas, el señor y el señorito no deben tardar en venir.

E-Esta bien... Fabiola... desperté un poco ida... ¿en qué fecha estamos?

Fabiola: 12 de Marzo, ¿por?

¿12... de Marzo?

Fabiola: Sí, ¿que ocur-

Alejandra deja caer el rastrillo y agarra a la otra maid de la mano para comenzar a correr, Fabiola intenta frenarse.

Fabiola: ¡OYE, OYE, OYE! ¿QUÉ TE OCURRE? ¿QUÉ TE PASA? ¿AMANECISTE LOCA O COMO ES LA VAINA?

¡Callate, Fabiola! Tenemos que ir al mercado, el señor y el señorito van a mor-

La reja de la casa se abre y entra una camioneta de color negro, Alejandra se queda viendo la camioneta por unos segundos y esta les toca el claxon.

Se supone que tiene que venir una Toyota Landc ruiser del CICPC... n-no la camioneta negra... ¿a-acaso?

Fabiola: ¡¿Qué te ocurre?! ¿Te encuentras histérica? No va a venir el CICPC, ni el FAES, ni el SEBIN ni el DGCIM ni nadie, cálmate, ya todo lo de la guerrilla paso hace tiempo. Nadie te esta buscando. ¡Pero ahora nos van a regañar a nosotras! Llegaron los Lovelance y no hemos recogido las hojas. Deberías preocuparte mas por eso que por el gobierno.

La camioneta negra abre la puerta trasera. De ahí se baja un niño y luego se abre la puerta del conductor, de ahí se baja un hombre mayor, como de 60 años. Para que no te confundas, el niño será "Garcia" y el padre "Señor Garcia" kek

Señor Garcia: ¿Por qué la entrada esta llena de hojas? No es que me moleste, tiene su toque pero se puede ver un poco mal una fachada así. Parece descuidada.

Garcia: ¡Pero a mi me gusta! Hola, Fabiola, hola Roberta. ¡¿Como están?! Salimos temprano, entonces no nos dio tiempo de avisarles, perdón.

Alejandra no tiene palabras para describir la felicidad y tranquilidad que tiene en su corazón. Se supone que ellos deberían de estar muertos... bueno, el hombre muerto y el niño en un hospital para después ser secuestrado. Si eso hubiera sucedido entonces Alejandra hubiera perdido la razón y hubiera ido tras los captores junto a Fabiola... para que después en su punto máximo de locura... terminara asesinando a Fabiola y a Garcia. Sin embargo eso no sucedió, no al menos ahora, parece un día normal, común y corriente... nada fuera lo común. Alejandra baja un poco la cabeza y comienza a llorar desconsoladamente. No se molesta en ocultar que esta llorando.

El señor Garcia y su hijo se ven a los ojos. El niño corre a abrazarla con todas sus fuerzas, no sabe lo que Alejandra ha hecho pero si lo supiera poco le importaría... la quiere mucho, así de simple. El abrazo se siente tan real que solo provoca que Alejandra llore mas de la cuenta. El padre se acerca e igual la abraza... es la hija de su mejor amigo, quien esta muerto... pero nunca abandonaría o le negaría la ayuda a la maid. El hombre sabe todo lo que ha hecho la chica, pero de igual forma no podría importarle menos.

Garcia: ¡No llores! No se porque lloras, pero no me gusta que llores... s-si tú lloras... ¡Y-Yo lloro!

Garcia comienza a llorar, no le gusta ver a Alejandra triste. El padre por otro lado envuelve a ambos entre sus brazos como si fueran sus hijos. Alza la mirada y le pregunta a Fabiola el motivo de sus lagrimas, ya que Alejandra no parece mediar palabras porque solo puede sollozar.

Fabiola: Creo que tiene miedo que el gobierno la venga a buscar. Estaba hablando de las toyotas del CICPC y que iban a venir y no se que y no se que mas y la pata y la guacharaca. Amaneció rara, señor Garcia.

Señor Garcia: ¿El CICPC? Pero ella no le tiene miedo al gobierno... es raro... pero bue-

¡Por favor no se vayan! No quiero que se vayan, por favor, quédense... n-no vuelvan a salir por hoy, se los pido... no deseo que les hagan daño... t-tampoco quiero hacerle daño al señorito. Ni a Fabiola... Por favor... n-no se vayan.

Todos quedan extrañados. Nadie entiende a lo que se refiere, pero simplemente cree que tuvo esos sueños donde alguien querido se muere y despiertas llorando, pasas todo el día triste, pensando en que quizás eso ocurra ese mismo día... Fabiola por su parte igual abraza a Alejandra, aunque no entienda muy bien lo que sucede, puede suponer que quizás la ex-guerrillera quiere pasar el día con ellos...

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