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>Atago
Su mirada dejar de estar en el cielo y se centra en Gwynevere cuando esta le apunta con sus cañones. Los ojos azules de Atago no se fijan en los cañones que le apuntan, sino en el rostro de aquella War woman que quiere. Cuando Gwynevere guarda las armas y se cuesta, Atago regresa su mirada al cielo. Asiente cuando su compañera dice que no creía volverla a ver. Atago también sintió eso y era doloroso. Pero ahora que está con ella el sentimiento cambia por una profunda paz que desearía durase para siempre.

"También me alegra estar aquí, contigo" Muestra una pequeña sonrisa y niega con la cabeza indicando que tampoco cree eso. "Al principio me parecían bonitas y capaces de todo... Luego que fui liberada las vi como meras esferas de gas que queman su combustible hasta perecer... Ahora dejé de pensar en lo que son, y me fijo en lo que hacen. Gracias a ellas es que mundos como este pueden ser tan hermosos. Pero aun así no cumplen deseos, eso lo hace cada quien con sus propios esfuerzos"

En parte les recordó a las War women, de forma superficial lucen hermosas y llenas de posibilidades, como súper mujeres invencibles. Luego cuando se les conoce, o las venden, se notan más sus debilidades y podrían pasar como meras armas de formas atrayentes, herramientas numerosas hechas para luchar y morir. Eso último es cierto... Pero Atago ahora, tras vivir y reflexionar sobre su propia existencia, cree que a pesar de la verdad de ese hecho, lo que hace la diferencia son las actitudes y acciones.

Es una herramienta, sí, pero puede ser una que ayude a todos por propia voluntad. Creerse humana e ignorar sus cañones, pasado, o capacidad de volar, sería como jugar a la casita, ponerse un nombre falso, y cerrar los ojos para no encarar la verdad del mundo y la vida. ¿Cómo puede haber libertad sin aceptación? ¿Cómo puede haber fortaleza y mejora si se niega la realidad?

Observa de reojo a su amiga que mira el cielo. Gwynevere a su parecer es la mejor definición de lo anterior. Acepta su naturaleza y hasta la abraza, pero más que parecer un sendero prestado, los pasos que da y el camino que recorre es algo que sigue con total libertad de pensamiento, sin ataduras ni hilos moviéndose. Quizás por eso es tan fuerte. Atago jamás habría imaginado que amaría a otra arma, pero lo hace y le dan ganas de llorar. Pero su expresión permanece serena, aunque los sentimientos griten. Jamás imaginó que sería prisionera ahora de sus propios temores y corazón.

Gwynevere mueve su cuerpo y le encara, pregunta sobre lo sucedido al final del torneo.

"Quise lastimar a Pyra... Sabes que me cae mal. Pero también era para probarme cosas a mi misma. Digo, odiar sigue sin gustarme nada así que nunca dejaré que sea mi única motivación... Gwyni, te prometo que jamás te mentiré, por eso no diré que Pyra me agrada o que alguien me obligó"

La pregunta de Gwynevere hace que se olvide de esos temas turbios y devuelve la sonrisa a la rubia. Atago también se mueve quedando con el cuerpo apuntando a su compañera.

"C-Claro que podremos, Gwyni... Solo tú y yo, o quizás con amigos, como tú prefieras"

De primeras su voz tiembla, ¿lo harán? ¿es seguro que algo como eso pase en un futuro? ¿no es posible que esta sea la última vez que se vean? ¿Entonces por qué confirma que ambas podrán ir de aventuras? Tiemblan al caer en cuenta de que hace poco le acaba de decir que no le mentiría, y ahora quizás rompió su promesa de franqueza con Gwynevere. Pero no se quiso detener, porque la fantasía terminó clavando las garras en la rubia y la idea de explorar distintos mundos junto a Gwynevere le parece tan maravillosa, y le provoca tanta felicidad, que está dispuesta a descender por la madriguera del conejo una vez más.

"Veremos todas las maravillas del mundo, y probaremos mucha comida, y conoceremos a todas las razas de cangrejos y gatos que hay. Tal vez podríamos hasta tomar una nave espacial e irnos a recolectar datos, muy, muy lejos... Cuando nos quedemos sin cosas que reconocer aquí, en la Tierra. ¿Te gustaría?"

Extiende una mano y, con el máximo cuidado, le acomoda el cabello a Gwynevere detrás de la oreja. ¿Por qué tiene tanto cuidado? Porque teme descubrir que todo es un sueño muy bonito. Ya lleva tiempo ocurriendole, y cuando se esfuman la sensación es fatal.

"Gwynevere... Yo..." Su sonrisa desaparece y en vez queda en su expresión retratado en su pesar, como si las palabras se le clavasen con ganchos en la garganta o estuviesen hechas de vidrió. Ahora que lo piensa, ¿cuando fue la última vez que dijo su nombre completo? ¿En la misión del oro? Sus recuerdos son difusos.

Fuerza una sonrisa y actúa como si no fuese a decir nada. Esta vez decide ser cobarde por cuesta propia, porque no quiere revelar sus verdaderos sentimientos a quien es la persona más importante en su presente y lo será en su futuro, porque es posible que esas ideas no sean aceptadas. Puede recibir el odio de quienes desprecia, incluso buscarlo. Pero del arma que tiene delante... Un rechazo sería insoportable. ¿Por qué arruinar el bonito recuerdo de esta noche insólita e inesperada con eso?

Se vuelve a acostar mirando el cielo. Pero por un impulso brotando en su pecho, gracias a una pequeña chispa de valor, su mano busca la de Gwynevere para entrelazar sus dedos. Mientras el corazón de Atago martillea como loco.

En verdad me cuesta los turnos de esta mona porque son muy psicológicos. Aunque me resulta curiosa la evolución que ha tenido uwu

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