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No pasó mucho tiempo desde que Kurumi fue rescatada por la voz desconocida de aquel espacio que no representaba nada, como si de repente colocaras un puntos fuera del dibujo de una recta numérica y luego lo colocaras dentro otra vez.

-Para... No vuelvas, ya no quiero ver más... Es horrible... Horrible... He muerto... Miles de veces.

La cantidad de sangre era anormal, obviamente un humano común y corriente no tendría suficiente para casi cubrir todo el piso, pero el problema no era ese sino el ojo con la iris dorada cuyo brillo se hacía más potente entre más cerca estuviera de la chica.

Ella permanece ignorando a los que acaban de llegar, porque estaba más desesperada en arrancarse el ojo que en algún punto volverá aparecer de la nada como si fuese un Respawn de algún objeto de videojuego... Pero antes de eso le ayudan, algo que ya no esperaba, creía que le estaba gritando al aire. Escucha su pregunta y se esfuerza en contestarla... ... ...

-Ya no sé... Como me llamo... Carla, Samantha, Amelia, Kazuko, Trisha, Johanna, Celeste... ¿Quién se supone que soy...?

Kurumi... Creo... Creo que soy Kurumi Soy Kyoko... Soy Maggy... Soy Lisa...

Cuando le preguntan su nombre solo le da otra pregunta al principio ya que realmente no sabe que responder, pero la respuesta es simple, todas son "ella", o realmente una versión de ella de otra línea temporal ajena a la "suya", aunque originalmente se llamaba Kurumi antes del accidente.

-¿Eh...?, ¿Ustedes... Me ven?, ¿En verdad pueden verme...? Que... Que... Que alegría... Menos mal... Ya era hora... ¿Por qué no llegaron antes...?

La chica cubre su boca con su mano mientras que su mirada se vuelve débil y está apunto de romper a llorar...
Su situación es explicada por su naturaleza, su cuerpo es la anomalía, su ropa no, así que la ropa normal que llevaba antes se estabilizó enseguida al momento de aparecer en la realidad, atravesó su cuerpo como si fuese un fantasma o un holograma y se quedó en el suelo.

-No he visto a nadie... En días... S-Siempre que intentaba hablarles... Me ignoraban... Si los tocaba, los atravesaba... No puedo dormir, ni comer, ¿Q-Qué me pasó...?

La chica no puede contenerse y llora un poco con el ojo de color rojo que le queda, el otro que se acaba de arrancar está dentro del rubio ahora mismo... Ella no vio eso ni como se lo tragó porque estaba muy ocupada sufriendo por el dolor, pero le agradece y parece aliviada... Eso hasta que el ojo le volvía a crecer...

-¡NO NO NO! ¡NO VENGAS, YA BASTA!

Aparece de a poco, al principio siendo translucido hasta que por fin se posa por completo en la cuenca vacía rodeada de sangre. Como se llevaron el vidrio, está apunto de usar sus propias uñas para arrancárselo otra vez, pero no lo hace... Solo se lo toca un poco con la yema de los dedos, como si esperara algo...

-Se detuvo... Dios... Por fin se detuvo, al fin, al fin, al fin, gracias, muchas gracias, señor...

Con una mirada ahora cansada los mira a ambos y les sonríe, su ojo izquierdo es de un color amarillo brillante y tiene lo que parecen ser números y flechas en él. La flecha que representa el minutero parece haberse vuelto loca, yendo atrás sin control en tiempos intermitentes.

-No es... Esto no es mi culpa... Todo me atraviesa como si fuera un fantasma... No me miren tanto... Es vergonzoso...

La postura que tenía antes mientras se apuñalaba el ojo era un espectáculo porque se podía ver todo de ella, aunque la situación no era muy "erótica", se da cuenta de que sigue en la misma posición y la cambia. Se queda hecha bolita en posición fetal con la mirada algo apenada... En eso, las tres flechas de su ojo se detienen en lo que parecen ser las 12 en punto...

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