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Anónimo {{'2020-08-03T15:20:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 76169

Existe una separación principal entre los roles de género (y no es por compartir el pensamiento del fascismo, que fue hecho por y para celibatos involuntarios): La capacidad del físico, que es perteneciente al hombre, y la capacidad del intelecto, que debió pertenecer a la mujer.

Es debido a la imperfección de los seres humanos que el hombre se apropió de un rol que no le pertenecía, que es el intelectual, y es por eso que evolucionó para desempeñarse en este. Sin embargo, el propósito de los hombres siempre fue el de ser defensores de la hembra y de su familia, por más que /pol/ lloriquee al respecto.

Es por eso que, a primera vista, la mujer es egoísta, puesto que la función de supervivencia es reservada, en mayor parte, a su contraparte, que está obligada a protegerle. Ahora, el propósito de la mujer es garantizar que el hombre esté satisfecho (no necesariamente en el ámbito sexual) con su labor, y la mejor forma de saber que una mujer está satisfecha con el trabajo del hombre es que esta tenga crías con este. Y se puede apreciar que, al fin y al cabo, la misión de ambos roles es asegurar que su opuesto esté contento.

La mejor forma de agradecerle a un hombre por su esfuerzo es procrear; es ese el propósito de la mujer, permitir. No es la reproducción, per se, sino haber escogido los genes de un hombre en específico que, a su juicio, merece que su genética prospere y continúe, porque un rol intrínseco de la mujer es controlar todo lo relacionado a la especie en sí, en términos de natalidad, mezcla genética, a las propias cualidades del hombre en sí.

Es curioso, pero hasta el más estúpido sabría que el hombre, sin la mujer, no es nada; sin la mujer, el hombre pierde su propósito y que el hombre es un hombre solo cuando tiene una mujer. Por otro lado, la mujer, sin un hombre, no puede satisfacerse a sí misma (que no es lo mismo que una servidumbre, entiéndase), y por ende, también pierde su utilidad dentro de la naturaleza, quedándose en un vacío; en sí, el propósito de la mujer se puede definir como la que juzga cómo debe continuar su especie. Así pues, que según ciertos individuos, la mujer sea una sierva del hombre es, meramente, otra corrupción de los roles como especifiqué anteriormente, que es causada por una incapacidad en los hombres para cumplir con su labor.

Podría expandir más la idea, e incluir el feminismo radical como otra de las degeneraciones que sufre la mujer con su esencia, pero espero que se entienda el punto.

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