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Anónimo {{'2020-10-03T00:00:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 9787

Pues hasta bien entrada la adolescencia no descubrí que era bisexual. Digamos que igual veía hombres y podía apreciarlos físicamente pero no lo consideraba nada gay. No me mataba a pajas pensando en eso como si me pasaba pensando en chicas. Hasta tuve mi primera novia a los 16 (ella era un año menor) y cogíamos como conejos cada vez que uno de los dos tenía la casa sola.
Todo empezó el verano que cumplí 17.

Mi escuela tenía la particularidad de dejar mucha tarea para las vacaciones, y una de esas era un trabajo grupal. Se supone que eramos tres en el grupo pero uno de ellos era bastante vago, así que en casi todas las reuniones solo estábamos Anon y yo. Anon era un personaje... algo raro. Podría describirlo como ligeramente amanerado en sus gestos, aunque físicamente era mas alto que los demás. Siempre trataron de hacerle bullying por su amaneramiento, y por tener un culo prominente que no le ayudaba mucho con eso. Digo trataron, porque él era muy seguro de sí mismo, devolvía bien todas las burlas y cuando fue necesario se agarró a golpes, ganando siempre. Para los últimos años de escuela ya se había ganado la simpatía de la mayoría. No éramos ni tan amigos, pero nos llevábamos bien y durante las reuniones de ese verano nos empezamos a entender bastante. Hablábamos de todo pero como buenos pubertos la charla siempre terminaba girando alrededor de lo sexual. Él me decía que no tenía nada que contar porque era virgen, pero yo andaba medio peleado con mi novia así que le narraba todo sin ahorrarme los detalles cochinos. Tenía la idea de que así la estaba dejando mal a ella lol, obviamente no sabía en qué acabaría todo.
Uno día de esos, cuando estábamos solos en la casa de Anon, él interrumpió el trabajo y me preguntó de la nada "¿Y ya se la metiste por el culo?". Fue extraño escuchar eso tan de repente, como si hubiera querido preguntármelo hace tiempo y no se atreviera. Yo primero me sorprendí un poco y luego le dije que no o, bueno, que sí, que lo habíamos intentado pero apenas entró la cabeza por unos segundos, que a ella le dolió mucho, se acobardó y ya no quiso seguir. ¿Si no entra toda no cuenta no? me dijo Anon, y me reí, y él se rió también. Luego de eso, nos quedamos por unos minutos interminables en silencio incómodo. Fue él quien habló de nuevo. Seguro no te la aguanta porque la tienes muy gorda, dijo Anon, y se rió, pero yo no me reí. Ya lo notaba todo muy extraño, vi que Anon me miraba raro, como nervioso, pero yo me puse bien serio, hasta ahora no me explico bien por qué. Le dije que por qué preguntaba, si acaso la quería ver o qué. Anon dijo ya, a que no te atreves. Me bajé un poco el pantalón y la ropa interior sin levantarme de la silla y saqué mi pene al aire, ya hace rato que estaba bien duro. Anon dijo mmm pues no está tan gruesa... yo creo que tu novia es una cobarde. Me la empecé a tocar un poco ¿Y tu eres cobarde o no? Anon se agachó hacia mi: "yo creo que si entra, pero primero hay que mojarla un poco" y me la empezó a chupar.

Y así descubrí que soy bisexual.

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