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<En La Guaira Hace Tiempo
El tiempo pasó lento, lento, muy lento, más lento de lo habitual... Había llegado cerca de las 4 PM al motel de vuelta, pero su habitación no daba completamente hacía afuera, y la ventana no mostraba bien toda la calle, asi que, la tensión sobre quién le estaba vigilando, era constante... ¿En donde estaban? ¿Quien era amigo o enemigo en aquel campo de batalla invisible?... No lo sabía, no podía confiar en nadie, hasta capaz y el dueño del motel les había echado el dato a aquellas tipas viendo lo desesperada que estaba Beth como para pagar con botellas de alcohol robadas...

El televisor estaba dañado, para encenderlo, se tenía que dar varias veces al botón, esperar a que el televisor calentase, y finalmente se viera la pantalla verdosa con sonido distorsionado sin que se pudiera distinguir un carajo... El hambre por ahora no era problema, pero el alcohol si, por más que probará las botellas que aún tenía, no le sabían a nada... Aquello había Sido en vano, y se había metido en problemas sin ningún tipo de necesidad... Pero tenía que salir de tal embrollo por si misma ahora que estaba tan ahogada en la mierda, solo tenía que hacer ese trabajo raro, ganar algo de dinero, y alejarse lo más que pudiera de La Guaira y de Caracas, tal vez, irse a vivir a los Altos Mirandinos o a Los Teques...

Una vez más, la noche cayó, y como todos los días, patrullas iban y venían por aquí en la calle que daba al motel... Esta vez Beth no se lo pensó 2 veces y se llevó la Springfield con ella, nunca se sabe cuándo hiciera falta, y más en ese ambiente, y poco a poco, emprendió el camino de vuelta a donde había estado en la tarde... Efectivamente, ahí estaban las mujeres, y poco después se terminó sumando una más, una mujer que, de paso, le había estado siguiendo desde que habia salido del motel... Si no hubiera hecho caso, quien sabe que hubiera pasado, pero eso no importaba, ya que, el trabajo era simple: Tenía que llevar unos cuantos paquetes a una fiesta en una zona llamada Catia La Mar ~~AYYYYYYYY~~, en donde el comprador había pedido una cantidad considerable, y para ese trabajo, iba a acompañar a las mujeres, primero, porque tenía un arma consigo y servía como protección, segundo, para garantizar de que hiciera el correcto traslado y no se pusiera de cómica, y tercero, porque las mujeres también iban para allá a sacar su respectiva tajada de la situacion...

El grupo se fue a pie de primeras, luego, unos cuantos taxis fueron parados y mandados con rumbo hacia Catia La Mar. En el camino, bromas de todo tipo entre las mujeres, conversas de sus vidas diarias, e incluso chistes hacia la Anti-Rain no faltaron, Beth solo se quedaba callada mirando por la ventana del taxi, esperando que tal cosa acabará lo más rápido posible... Apenas terminará, iría de vuelta al motel, tomaría la poca ropa que le quedaba y las botellas, y largaria de La Guaira.

Finalmente terminaron en uno de los barrios populares de Catia, en todos lados parecía haber fiesta por alguna razón, y era tremendo escándalo el que había, era sábado por la noche en ese momento, y un sábado por la noche después de una semana de trabajo, era evidente lo que significaba. Los taxis pararon y todo el grupo bajo de los mismos, y empezaron a caminar rumbo hacia un tapón que quedaba unas cuántas cuadras más adelante... De vuelta, silbidos, piropos y demáses no se hicieron esperar por aquel momento, pero ya poco importaba, ya entregaba lo que iba a entregar, y todo estaba listo...

El grupo llegó hacia una casa con ladrillos sin frisar, música bastante fuerte, y un más que marcado olor a los mil demonios, decir que solo había María ahí, era poco, porque hasta tiros se alcanzaron a escuchar a modo de celebración... El dueño de la fiesta les atendió, y había en varias bolsas éxtasis, cabello de ángel, coca pura, marihuana, burundanga ~~Aka, la droga que sirve pa manosear en fiestas~~, y muchas otras sustancias más, Beth llegaba consigo un paquete de éxtasis, y una bolsa pequeña de coca, la cual fue entregada al tipo sin más... Todo estaba más que preparado, y ya se podría ir, pero... Ni las mujeres ni el sujeto le permitieron irse, si o si tendría que quedarse hasta que se acabará todo, o buena y sana no saldría del barrio... Tal fue la cosa que el tipo hasta mostró la pistola cargada y todo, y si Beth se atrevía a disparar, tendría a toda Catia La Mar encima suyo, así que, sin más opción, tuvo que quedarse...

La fiesta estaba en todo su esplendor con DJ y todo, drogas a diestra y siniestra con luces estroboscopicas, y sonido que había temblar la casa hasta sus cimientos... El alcohol no podía faltar, todo aquello era un auténtico desnalgue que dejaba a Proyecto X en tanga... El lado positivo de todo eso, era no solo el dinero que Beth conseguiría tras toda la fiesta terminase, si no que además le dieron algo de alcohol para beber, pero... Como en toda fiesta con muchas personas y de tal índole, su trago venía mezclado con cenizas de cigarro ~~AYYYYYY~~, más de uno le había puesto el ojo a aquella chica de cabello marrón largo lacio con enorme delantera y tremendo cuerpazo, y si no se iba a dejar llevar al cuarto por las buenas, entonces, sería por las malas que se la picharian, ¿Y como lo harían? ¡Emborrachandola y haciendo que ni se acordase de que paso!

Ya tenían mínimo 1 hora de haber llegado, y la fiesta estaba en su apogeo, Beth ya llevaba 2 vasos consigo, pero tuvo que parar porque se estaba sintiendo mal... A pesar de las súplicas y peticiones, no quería salir con ninguno de los presentes, y ya se estaban empezando a emputar, ¿Quien se creía que era ella como para negarse dándole plata, perico y alcohol? ¡Vaya sifrinita del este que se creía la gran mierda! ~~kuek~~

Repentinamente, un tipo entro por uno de los costados de la casa llamando al dueño de la misma, habían notificado que había varias patrullas entrando al barrio, y parecían dirigirse hacia el lugar... No patrullas comunes, si no que parecía ser el equipo de asalto, algo gordo se estaba cociendo, y justo ese día, a esa hora, de todo el tiempo que habían traficando drogas, justo cuando llegaba Beth se venía la tormenta...

Pero el Lucero notifico tarde, las patrullas estaban ya casi al frente de la casa, y casi todos los presentes se pusieron manos a la obra para bajarse un par de uniformados, y, varios de ellos, rápidamente giraron vistas hacia el grupo de mujeres en donde estaba Beth, acusándoles de que les habían vendido y que eran verdes... La Anti-Rain no comprendía que estaba pasando, pero cuando se dió cuenta, una mano le agarro del cuello, la estrelló contra la pared, y tenía un cañón en toda la cara apuntandole llamándole "Sapa Malparida nos echo paja con los petetes"...

¿Que iba a pasar con la Anti-Rain? ¿Acaso iba a tener piedad y la iba a matar? ¿La iba a ahorcar hasta matarla? ¿Acaso la iba a violar?... No se sabía, pero, casi seguro, parecía ser el fin del trayecto para ella, y de paso la Springfield se le había caído al suelo... Como pudo, cerró los ojos con una lágrima cayendo por ambos ojos, y se preparó para irse al otro mundo...

Un disparo sonó, luego otro, luego otro, y cuando se dieron cuenta, todo el mundo gritaba, puteaba, insultaba, sonaban golpes, pasos pesados, y cuerpos cayendo... El que le apuntó había recibido un tiro certero en la cabeza y cayó muerto al instante, y con ello, Beth logro recuperarse entre tosidos. Sin perder tiempo, agarro la Springfield y, guiada por la propia adrenalina, busco la forma de salir de la casa, por delante se estaban entrando a tiros, y por atrás, quedaba una especie de matorral, así que, aún agarrándose del cuello y cojeando un poco, se estrelló con la puerta que daba hacia el lavadero de afuera, y salió de la casa...

Una cantidad considerable de patrullas estaban asaltando la casa y el barrio, y desde los techos disparaban... Aquello era una zona de guerra

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