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>>1780249

Comparto la idea, muchísimas de estás cosas tienen sus variantes en otras culturas que se comportan exactamente igual, pero tienen un nombre y contexto distinto. Pero es la misma vaina

>>1780252

No Eleggua particularmente kek pero es probable que de cierta forma te estén tentando los espíritus colocando gente de este mundo frente a ti. Y es realmente una desición personal de cada quien, así que tampoco te tires a los brazos del primer tipo que te diga tres cosas de tu vida.

>>1780258
Existen muchos brujos arrechos, Chávez se consultaba con una bruja en particular. Creo que se llamaba María o algo así, no estoy del todo seguro.

Y sobre la entidad más arrecha de bajar y todo eso... A ver, no funciona así negrito.

Si existen entidades que por bajarlas confieren cierto respeto pues necesitas ser una gran materia, con mucho conocimiento, tiempo de purificación y camino recorrido. Pero para quedar en la historia brujeríl se necesitan acciones más que bajar alguna entidad en particular

Te lo digo por qué hoy en día todo el mundo baja caciques, pero casi nadie indios... O muy pocos. Todos quieren bajar a las entidades de renombre, pero a veces una entidad de la cual no se conoce nada, hace una obra que deja a todos los demás con la boca abierta.

Recuerdo en una ocasión que mi Padrino estaba montado con su espíritu guía. Un Rey Vikingo burde arrecho, y de la nada llegó otro Espíritu que es Chino y lo tumbó, literal. Llegó ese espíritu saco al otro y se metió él, por qué tenía algo que hacer y no quería esperar

En otra ocasión a una persona le habían hecho una brujería extremadamente jodida. De la cual nadie sabía cómo resolverla, ni los otros espíritus habían podido. Y llegó este Chino, dijo que hizo la brujería, como había sido realizada y la destruyó.

Así, sin más... A veces pasan estas cosas. Tengo otra historia que ilustra mejor está realidad

Mi padrino en una ocasión le tocó misionar en la montaña del Sorteo. Básicamente se tuvo que quedar ahí 6 meses únicamente con los shores que tenía puesto. Y nada más.

Cuando eres misionero no puedes pedir nada. Absolutamente nada, si alguien decide regalarte comida o algo, lo aceptas. Pero no puedes decirle a alguien que te dé, pues debe nacer de ellos mismos. Eso es parte de la misión

Pues bien, ya habían pasado varios meses y mi padrino había resuelto como bien podía. Pero llegó una semana en la cual nadie fue a la montaña, y solo pasaba los días comiendo trozos de cera de vela y agua de Río. Fueron varios días así, hasta que un fin de semana llegó una caravana de autobuses llenos de gente.

En fin, que pasó todo el día y nadie le dió nada. Lo buscaban y pedían ayuda para preparar los campamentos o para que les fumara tabaco y cosas así. Pero como bien echaitos pa'lante sabiendo que el no podía pedir nada, no le ofrecían ni pagaban. Y así tenían una materia de alta escala trabajandoles gratis. Entre todo en un pequeño grupo alejado de todos se montó un indio, indio que se llamaba así mismo Cocoloco o algo así.

El tipo se paseaba por todos lados caminando, gritando "IndioCocoloco" y dándose golpes en el pecho como si fuese un tambor. Todos pensaron que era literal un tipo loco plataneando y nadie le paró puta bola, incluso mi padrino no le prestó atención pensando que era un charlatán haciendo el paro. Pues lo único que hacía era eso, caminar por todos lados gritando eso

En fin, que mi padrino fue llamado a una caravana a ayudar con unos rituales. Y justamente esa gente estaba preparando un sancocho gigante al fogón, a lo cual mi padrino pensando que quizás le darían algo de comer fue corriendo a ayudar a esa gente. Y, como pueden esperarse no fue así. El termino la labor y la gente se despidió de él sin más, y se fueron a comer. En esto que mi padrino está por irse le pasa por un lado el indio Cocoloco, atraviesa toda la multitud de gente y grita "Cachorro mío, tua veniro aquí. Yo tenero para ti algo, yo Vero todo día hasta llegar luna trabajando" el indio llega y agarra con una mano la Hoya gigante sobre el fuego y mete el brazo dentro del sancocho hirviendo. Comienza a revolver la hoya mientras todos impactados miran la escena.

Y después sin quejarse ni arrugar la cara, sin demostrar dolor alguno saca el pedazo más grande de pollo y se lo ofrece a mi padrino. Él inmediatamente extendió las manos, y al agarrar el pollo se quemo, y tuvo que agarrar un plato. Pero el Indio Cocoloco se quedó ahí, miro a todos juzgandolos y se fue sin más.

Mi padrino cuenta que a ese indio solo lo vio un par de veces más ahí en la montaña. Pero nunca conoció a su materia ni a nadie que lo bajara... Las dos veces siguientes que lo vio hizo cosas similares, de darle de comer a los misioneros.

Estas son cosas que dejan mayor marca y peso a que alguien baje una entidad arrecha.

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