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>>1261320 (OP)
>t. el NEET
¿Por qué los aviones del BLM están bombardeando niños sirios?
>>1788898 (OP)
Que es un sionista como tal que bueno, yo he visto los cosas de pol y de medios normales de comunicación, y me hace preguntarme qué es el sionismo, es una cultura, una forma de política, una ideología, o algo más ?
Para ver si con tu sabiduría podías explicarlo de manera más profunda, de que son los sionistas y las ramas del sionismo y por qué son Tan odiados.

>Att el ateo que le interesan las religiones a pesar de no creer en nada
Mierda, no otra vez.
>>1261297
Pues asumiendo que eres desendiente de mediterráneos, ella podría darte un hijo con la misma cara de las estatuas romanas o griegas
>>1261320 (OP)
¿Eres tú, hombrecillo de ciudad, quien habla despectivamente del campesino y le llamas entre otras cosas haragán?
¡En el campo trabaja el hombre sin tregua! Yo lo sé por mí, que tenía el día corto siempre, aunque Silvano o Selmo me ayudaran cuando tenía que estampar una res, capar un toro o despuntar un becerro guapetón. Luego, ¿sabes tú lo desamparada, lo pesada que es aquella vida? Si llovizna, empiezan los toros a quejarse con mugidos aterradores; de noche nos come la oscuridad: dondequiera asegura la tradición que aparece un fantasma, los mismos cocuyos asustan, porque “son almas en pena de muertos”; hay alimañas, como la cacata, capaces de poner la vida de un hombre en peligro; no tiene uno diversión, porque trabaja igualmente un día laborable que un domingo, y si juega gallos o va a una fiesta, debe doblar el trabajo luego; de noche grita el campo por boca de los perros condenados; no puede uno chancear con un compañero, que el campesino es susceptible y bravo; no se gana con qué mudar una mujer; a media madrugada hay que vestirse con la ropa sucia y húmeda. Ya soñoliento, cuando los ojos buscan la hamaca, le esa al hombre doblarse para lavar sus pies. ¿Y si llueve? ¿Has pensado tú, mariquita de ciudad, que gastas paraguas y capa de agua, lo que significa tomar, friolento y cansado, bajo la lluvia fina de la madrugada, sin que nada te abrigue, el camino del potrero? ¿Lo has pensado? ¿Sabes acaso lo que es desatar el nudo de un lazo de majagua que en la noche se hinchó con la lluvia? Hay que prenderse de él con los dientes, porque los dedos entumecidos no tienen fuerza. Si tienes un minuto libre, es para afilar el machete o el cuchillo; después de comida, a tejer la soga que se está desflecando; antes de cena, a componer el aparejo de tu montura que empezó a romperse; al anochecer, echar el caballo flaco y viejo, con que arreas las vacas al río, al potrero para que coma. ¿Y lo otro? Ordeñar, curar las reces con gusanos, untarles creolina en las heridas, juntarlas al atardecer para ver si falta alguna, apartar las paridas de las horras. En esto último nada más se te va un día, mariquita de ciudad.
¡Y eres tú solo, tú solo, tal vez como mucho con un chiquillo que tenga los ojos grandes, sea delgado y vivo y se llame Liquito, tan pequeñín que apenas lo ves sobre el caballo entre la alta yerba de guinea! ¡Tú solo, sin tener con quien charlar, con quien desahogarte! ¡Tú solo en todo aquel campo monstruosamente egoísta! ¡Tú solo, sin un espejo donde verte, siquiera!
¿Y los otros, los que trabajan en las siembras, en el cacaotal, en el maizal; esos infelices a quienes el amo visita todas las tardes “para ver qué hacen los vagos”? Día a día, ¿sabes?, tumbando, talando, desyerbando para que la maleza no se trague el tabaco; quemando, cortando los racimos de palma y sancochando rulos para los puercos; siempre revueltos entre los platanales, manchados y untados de esa savia pegajosa que deja el plátano: abriendo la mazorca del cacao, fermentando y secando el grano de oro; enloquecidos entre la cogida del café y la siembra del maíz, entre el arreglo de la palizada que se llevó el río y la templada del ya viejo alambre de púas; entre la peligrosa tumba de los cocos de agua y la hachada del viejo árbol seco para leña. ¡Ay, muñequito de ciudad, que en el campo se aprovecha todo y es muy duro el trabajo! ¡Pesa demasiado el hacha, demasiado recia es la tela de fuerte azul con ^que te hacen la camisa y es sobrada la exigencia del señor que te obliga trabajar doce horas diarias para darte cinco pesos cada día treinta!
¿Y Selmo, que fabrica el queso, echa maíz a las gallinas, atiende a don Justo, le hace sus diligencias en el pueblo, reparte la leche que deben llevar los muchachos a la ciudad, se ocupa en la venta de la leña, barre el frente de la casa, tuesta el café?
¿Y la negra María, la pobre y vieja negra, que hace humear el fogón de madrugada y tiene café colado a las cuatro, como si quisiera brindarle al mismo sol; que cocina en pailas enormes, que lava la sal porque al amo le gusta limpia antes de molerla, y desgalla el arroz descascarado a pilón, y sala la carne para que no le caigan querezas, y limpia de tierra la papa, la batata, el ñame, la yuca, antes de pelarlos; parte la cuaba con que ha de encender el fogón, astilla la leña rebelde, baja al patio en busca de cilantro; recorre los nidales tras los huevos y va hasta el alambre para conseguir un musú que le sirva de estropajo? ¿Y esa pobre negra que cocina para más de veinte hombres, no habla en todo el día, la cerca la noche fregando y tiene todavía que subir a la casa para rezar al amo la letanía, el rosario, la oración y todos los rezos juntos?
¿Y Liquito, trigueñito pequeñín, de cejas negras y finas, de ojos sinceros y asombrados, que no abre la boca porque si hablara empezaría a quejarse para no terminar? Liquito el niñito, que recuerda desde cuándo está aquí y sabe muy bien que dejará esto cuando la muerte lo sorprenda; que crecerá acomodándose a esta vida sufrida, sin esperanza de mejorar, sin ambición, sin conciencia.
¿Y Floro? ¡Ah, diablos! Floro está allá, en la humedad, como hongo de camino, metido entre el estiércol de los mulos todo el día con la cal sobre la matadura del animal que se peló cargando leña, que la cal impedirá la culebrilla y con la culebrilla se desgracian las monturas. Floro está allá: medio día para bañar los caballos de silla y cortarles la comida; medio día para tejer sogas, componer angarillas y arreglar árganas; la madrugada para lanzar los diez mulos que hoy y mañana y pasado mañana tienen que llevar la carga, sea cacao, leña, leche, cocos, maíz, café, andullos, plátanos, tabaco, naranjas, batatas, yuca; los diez, los veinte, los treinta que han de estar continuamente pisoteando caminos enlodados o caminos secos, bajo la amenaza del fuete, cuyos trallazos los enloquecen de terror; los veinte, los treinta mulos que no pueden quejarse y a los que se les da demasiada paga con un poco de cal sobre la matadura y un potrero amplio donde comer cinco o seis días corridos, si no hay carga. Los mulos de la recua de don Justo, como nosotros, recua infeliz de don Justo o de cualquier otro amo.
¿El campesino? ¿El campesino haragán? ¿El campesino que paga todos los impuestos igual que el rico, que no tiene escuela ni teatro ni luz eléctrica? ¿El campesino a quien reclutan para mandarle a las revoluciones, a la matanza? ¿El campesino a quien el comisario del pueblo quita su caballo “para hacer una diligencia oficial” y se lo devuelve deshecho? ¿El campesino bondadoso, con su casa abierta a todos los caminantes, la mesa puesta a todo hambriento, la hamaca o el catre tendidos a todo soñoliento, la voluntad presta a señalar el buen camino para quien se perdió en las lomas o en la sabana o en el monte? ¿El campesino que trabaja desde antes del sol mañanero hasta más allá del sol de la tarde, sembrando el tabaco para que fume el hombre de ciudad, sembrando el cacao para la golosina o el chocolate, el café para el vicio o la fortaleza, los frijoles y el arroz para la comida; que cría cerdos y vacas y gallinas; que lo produce todo y lo vende por centavos miserables, para enriquecer a los demás, los otros, los echados del templo a latigazos? ¿Es haragán ese hombre?
>>1789860
Ósea básicamente como los inmigrantes latinos que vinieron a este país en los 60 y posteriormente como nosotros que nos hemos ido a otros países y bueno no nos dan un trato agradable, esto generado ya que ciertamente alguno de nosotros somos una mierda de persona pero no todos, al igual que los colombianos de los 80 que a pesar de que la mayoría era un asco había una minoría que era una minoría al fin al cabo que se comportaban de forma normal y buena. Que irónico los tiempos cambias pero aveces las situaciones se repiten
>>1261256 (OP)
lo normal para un país en crecimiento es captar inversión. lo ven como algo increíble porque sus países son una mierda. otros países de latinoamérica pronto tendrán construcciones similares en paraguay, república dominicana o costa rica.
>>1261287
buen análisis, pero eso no termina de explicar algo. cuando nos entregaron el canal hubo un auge de inversión en bienes y raíces. todo subió de precio, incluido el suelo.
A ver negros el que hayan movido es algo que ya temiamos, esa algo que nosotros los nimu amigos estuvimos hablando con los mods, asi que lo que haremos es volver hacer otra nimu donde estaba antes, siempre fue nuestro lugar y siempre lo sera.
>creen que porque viven lejos el gobierno debe atender primero sus necesidades
>Siempre se quejan de que las ciudades tienen todo y su pueblo cagado no tiene nada
>No hacen nada por cambiar su situación y vivien en la mediocridad
>culpan a los capitalinos de toda el malfuncionamiento del país pero son sus hijos y nietos los que van a vivir a la capital
>Todas sus mujeres son de 55 años en adelante con bigotes y con olor a mierda todo el día