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Anónimo {{'2021-01-26T03:15:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 1265151

Soy chileno que radico en gringolandia, pero nosotros tenemos una receta que se llama loco cordillerano y me gustaria compartirla, es para chuparse los dedos, una delicia.

> receta

Una vez conseguido el burro de buen tamaño, y previamente fenecido éste ya sea de muerte natural o mediante otras técnicas que es mejor no mencionar aquí, deberán serle cortadas sus partes pudendas, léase el pene y los testículos.

Estos últimos, criadillas en mi país, constituyen por sí solos otro apetecido plato arriero, que acompaña permanentemente las comidas nocturnas en la cordillera al calor de un buen fuego luego de haber sido bastante asadas.

Por otra parte, deberá usía manipular delicadamente la pieza en cuestión ya descrita, del noble animal que hemos seleccionado para el evento, con el cuidado suficiente para que, dado su gran tamaño, no se desborde de la mesa o del lugar en donde actuará usía de la siguiente forma:

Tomará un cuchillo con mucho filo, propios del equipo de un arriero que se precie de tal, y procederá a cortar perpendicularmente el falo del animal, el que se habrá previamente dispuesto sobre la mesa o lo que venga. Cortará usía cerca de doce o quince medallones de un tamaño estándar, dependiendo tanto de la dotación natural del burro como de las condiciones de vigor en que se encontrara al momento de su muerte.

Según la ancestral sabiduría de los arrieros, y al contrario a como ocurre en nuestra bípeda especie, a mayor edad mayor vigor en el
animal; se cumple así el axioma de que la experiencia se impone por sobre la juventud, cuestión que por lo demás constituye una lección
vital desde la sabiduría de los burros hacia los desatinos de los hombres. Finalmente, dichos medallones se aliñarán con sal y se
dispondrán en el fuego que previamente habrá sido encendido para este y otros efectos. Acompañar inexorablemente con cantidades extremas de vino tinto más bien grueso, dado a que de tal manera le parecerá a usía que el plato en cuestión no es lo excesivamente repugnante y, por otro lado, se dará así un mayor estímulo a las historias que los arrieros tienen que narrar, que es otro de los ingredientes fundamentales de la comida campesina nocturna en las más altas zonas cordilleranas. Cuando usía lleve a sus labios tan corpulento manjar,
deberá encontrarles un gustillo a loco marino, con lo cual deberá darse irremediablemente por satisfecho.

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