
Version 0.2.5
>>1696833
Que saco honorable. Me hace odiar menos a las malditas m*jeres.
>>240210 (OP)
Y que quieres que haganos. ?
“El error de Franco”
La muerte del jefe de Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, y de otros de sus líderes, dejó vía libre para el general Franco, que maniobró hábilmente, explotando el movimiento para su beneficio. En 1937 impuso la fusión de todas las tendencias derechistas -carlistas, falangistas, monárquicas alfonsinas o republicanas conservadoras- para neutralizar el potencial revolucionario de las mismas. Por su rechazo a esta fusión, Manuel Hedilla, uno de los pocos supervivientes de los dirigentes falangistas originales, fue sentenciado a muerte. La sentencia se conmutó después por una pena de prisión larga. Simultáneamente y haciendo gala de un cinismo tremendo, las autoridades franquistas se aprovecharían del culto a José Antonio, El Ausente.
Se le celebró muy bien y se le enterró mejor.
Después de haber repudiado todas las ideologías que iban dentro del Frente Popular, el régimen de Franco buscó crear su propia ideología. Oficialmente ésta sería el programa de la Falange, pero un programa no es una ideología. En realidad sería la de la Iglesia y los grupos de acción católica en los que Franco confiaba plenamente, cuyos medios se habían incrementado enormemente en la atmósfera de cruzada que se respiraba en toda la Zona Nacional. Nadie se acordó de que junto al viejo partido de Calvo Sotelo, la CEDA, y la jerarquía de la Iglesia en España, sobrevivieron grupos de tendencias izquierdistas a los que salvó su catolicismo.
Los generales anticlericales murieron, como Emilio Mola, o fueron marginados, como Cabanellas y Queipo de Llano. Los demás respaldaron a Franco, ya Caudillo, que implantó un catolicismo intransigente. Aunque de misa diaria, Franco nunca se reblandeció. De hecho sólo confió en la Iglesia para asuntos intelectuales, una garantía de estabilidad a sus ojos, y encomendó al clero la educación de los españoles desde los jardines de infancia hasta las universidades. En cuanto a la Falange, a pesar de declararse abiertamente católica siempre fue vista con sospecha; su proximidad al Fascismo, a pesar de que se negara, le aportaba un sutil aroma a paganismo. Imposible dejar la educación en sus manos. Una rigurosa censura eclesiástica fue aplicada en toda actividad cultural y editorial, siguiendo la más estricta ortodoxia.
La alianza en el Franquismo del Altar y la Espada se rompería con el Concilio Vaticano II, celebrado entre 1962 y 1965. De un día para otro, a pesar de cierta resistencia, la Iglesia de España, como todas las demás, daría un giro de timón y pondría rumbo a la ideología de los Derechos Humanos, algo ya preparado por los grupos del Opus Dei, muy influyentes desde 1957. Se acabó la Cruzada contra el Comunismo y la exaltación de la Patria, el Orden y la Autoridad. En su lugar se empezó a implantar una retórica en armonía con la redención cristiana de los pobres y los descastados. Lo único que quedaría en el viejo arsenal católico sería el rechazo a los medios anticonceptivos. Hay que admitir que es un magro legado para mantener la Causa Nacional.
En una acción muy reveladora, las editoriales españolas, siempre sujetas a la censura eclesiástica, serían autorizadas a publicar clásicos marxistas y de la mayoría de los escritores de izquierdas, autores como Marcuse o Reich. Mientras tanto, Nietzsche, Spengler o Heidegger siguieron estando terminantemente prohibidos.
Bajo la mirada incrédula de unos generales ya sin poder, lo que una vez fue celebrado pasó a ser rechazado y despreciado por el clero. Sin haber leído ni entendido a Nietzsche y su Genealogía de la Moral, los inocentones hombres de armas que habían puesto todas sus esperanzas en la alianza con la Iglesia, dándole el monopolio de la cultura, descubrirían demasiado tarde que habían permitido que un virus infectase su rebaño. En realidad el fenómeno estaba más allá de su comprensión y no pudieron preverlo. En su franca y simple mentalidad, creían que era sólo cuestión de desbaratar unas cuantas conspiraciones para que todo volviese a ser como había sido.
El resultado de todo esto fue bien descrito por Cantarero del Castillo, un experto en esta materia. Había sido falangista y se convirtió a la socialdemocracia, una evolución demasiado común. Desde el final de los 60, decía que, “la mayoría de la juventud universitaria debatía sin cesar quiméricos y alienantes proyectos revolucionarios, fuera de toda realidad, ninguno falangista ya, sino maoistas o guevaristas“.
El final del Franquismo es la perfecta ilustración de aquella conocida idea de Gramsci:
Una vez se adoptan valores que no son los suyos, una sociedad destruye sus cimientos, y entonces la situación está lista para ser aprovechada.
Y eso es justo lo que sucedería tras la muerte de Franco.
sacado de
https://disidencia.info/el-error-de-franco-por-dominique-venner/
>>240211
Esto.
>>240210 (OP)
¿A quién chucha le importa cuánto vas a gastar en una bicicleta?
Trisómico de mierda, kek.
>>100651
>Tremenda follada que le pagaría.
Tienes todo mi permiso para hacerlo.
>hasta te envidio un poco, me gustaría hacer lo mismo con mis monitas :(
Ow, gracias negrito por tus palabras, las aprecio mucho de manera super homosexual, mientras, ¡Quiero ver tus monas! ya que estamos.
>Noto que mejoraste tu estilo, está como que más pulido.
Si, deje los colores saturado y los detalles inecesarios, quiero irme por un estilo mas suave y limpio a la vista.
>>215259
>Netflix compra una película casi completa y la termina
Esto es Enter the Florpus una vez más.
>>2439912
>todas esas chaquetas mentales
Me recordaron a los niños que en la primaria ponían mil excusas para no jugar fútbol, encantados o cualquier mierda que implicara correr.
Decían un millón de excusas, pero al final de cuentas, se quedaban sin participar porque sabían que iban a perder.
>>215254
Otro hilo MENSUAL de Crossed
>>212650 (OP)
Recién me doy cuenta, Amity tiene las uñas pintadas de negro, pero ni su hermana ni hermano las tienen pintadas.
¿Ella es la única en la serie con las uñas pintadas?
>>2439215 (OP)
Asi de pendejo es el viejito mion