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3jkePJE- {{'2019-07-10T20:40:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 201926

>Touma
>>201888
Kek bueno yo me refería a ver cómo son los combates, la verdad no me gustaría escribir me lanzo y ataco doblekekAldo así es la personalidad de mí PJ
Sigue viendo a la mujer que tiene en frente de sus ojos, toda la paz y demás cosas que irradian de ella, no le da mucha importancia, se postra por respeto a una mujer hermosa con rasgos sucios y descuidados por llevar una vida cómo canalizadora de los recolectores, solo en su cabeza piensa en cosas que no venían al caso, hasta que Maiden con una sonrisa y calida palabras le recuerdan sus motivos de su visita.

(Que misticismo deslumbra está mujer, pero a mí no me interesa... Se ve que es muy respetada y por lo que veo tiene el mismo conocimiento que el loco de Oswald, bueno en su campo, pero de todas maneras no le quita que es una mujer, y una mujer tiene necesidades, jejejeje pero que tonterías estoy diciendo. Vine por el arte de las almas)

Se coloca en su posición normal dejando de hacer el saludo hacía Maiden, voltea hacía sus alrededores para notar a una Kijin embobada y un Eugen mostrando respeto, a pesar que está borracho.

(Oh sí parece que está tipa tiene a todos su bajo control, bueno hay que seguir el juego para que suelte cosas)

>me gustaría escuchar su nombre...
(Bueno... No me digas que la única interacción humana que tiene es con tyr a casó no escucha los rumores...)

—Mi nombre es kamijou Touma kek, y he venido a escuchar sus sabias palabras...—

Escucha con atención a la canalizadora.

—Por supuesto que soy un novato con ganas de aprender, mi señora. —Exclama con una voz tranquila.

>Mi deber es ayudarlo a usted, mi noble recolector, así que si busca poder transmutar un alma, deberá acudir a mi.
—Bueno de se por hecho que estaré con usted cada vez que la necesite.—

Escucha desde su lugar las palabras de Maiden, quién baja su perspectiva hacía ella por sólo limitarse a usar el arte de almas. Pero en parte ya se le había advertido Oswald.

>Peor no crea que no lo ayudare, ya que necesitara de mis habilidades para poder crear hechizos, milagros o piromancias, usted necesitara almas...
—Bueno eso me reconforta, escuchar eso, igual ya me recomendaron a alguien sobre ese asunto de la magia, pero por lo que veo estaré con usted cada vez que vaya por él alma de un coloso para que mi compañero Eugen me blanda objetos. —Mira a Eugen y Kijin de reojo.

Ve cómo Maiden se acerca a la niña Kijin quién no dice una palabra, tal vez por la presencia de la mujer enfrente de ella. Sin en cambio las expresiones de la mujer son dulces o algo que alguien gustaría oír, duda sobre si es ingenua o le gusta mimar a los recolectores con sus bellas palabras.

(Que curioso la mayoría de aquí es probable que haya abusado de su recipiente o de su transporte y nos trata cómo buenos aventureros, a caso era una doncella con los sueños rotos y ahora es la dama de toda está basura)

Responde las palabras de Maiden.

—Por supuesto, no me gustaría buscar otro recipiente, no ha escuchado que las primeras cosas siempre son las mejores, y ella no es la excepción, por eso le tengo estima esa niña. —Lo dice en un tono burlesco que no se sabe si lo dice enserio.

Escucha las palabras sobre el anillo, a esté punto el ya no sabe porque se expresa de esa forma, sobre el, el sólo se siente empalagado y piensa, si a caso no lo ve bien.

>Pero daré mi mayor esfuerzo si se trata de ayudar a un noble recolector.
—Son bellas palabras Maiden, pero en verdad no estoy a la altura de ponerme en un pedestal como usted lo está haciendo.—

Observa como toca Kijin y de una manera similar a un disgusto, le expresa su inconformidad de no hacer sus labores de recoletor.

>Siento que su niña aun no tiene algún alma dentro de su cuerpo, no es por ser grosera ¿Pero por q
—Bueno vera, no es excusa pero no tiene que llegue y conseguí la niña, apenas me estoy informado sobre algunas cosas, no quisiera morirme en un primer intento de prueba y error, así que mañana iría por mí primer coloso. —Asienta con pena lo hace recordar los reproches de la madre superiora, cundo lo regañaba por haragán cuando era niño.

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