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{{'2019-09-11T05:23:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 231506

>>231505
Zeta, pon más caracteres para mis pajas mentales, ~~porfis~~.

>-Al terminar de hablar, está simplemente te observaria de reojo.

¿Como no tienes fe en la vida después de la muerte?... Es claro que debe existir algo más haya de este insípido mundo terrenal, si no fuera así, creo que estaría bastante decepcionada... Pero entiendo tu punto, a nadie le gustaría que usen su cadáver, como si fuera un simple esclavo por el resto de la eternidad...

>Diría de forma un tanto tranquila, parecía tener clara fe en qué habría algo más haya de la muerte, quizás la reencarnación o el paraíso eterno, no estaba segura, pero tenía fe en que hubiera algo como lo que relatan las religiones.

Me alegra que finalmente decidieras dejar de insistir, no se como llegaría a aguantar tus invasivas peticiones de masoquismo.. hih. Pero supongo que un poco de desconfianza, nunca está de más, sería más indigno de parte de un hombre el que confiara plenamente en todo. Por lo que no pierdas esa cualidad, siempre es importante para la supervivencia, aunque se me hace curioso, si eras tan precavido, masoquista y desconfiado, ¿Por que confiaste en la flor?

>Diría la dama del clan demonio, preguntando con algo de gracia aquello último, mientras te guiñaba el ojo izquierdo, representando quizás que tan solo bromeaba un poco en cuanto a eso. Ella por mano propia, sabía que la flor era bastante persuasiva. En cuanto a ti, intentarias probar el arma que te habían entregado recientemente, pero no parece reaccionar por simple función manual, quizás tal y como dijo Lilim, debas darle una orden mentalmente, para que pueda funcionar adecuadamente, algo un tanto curioso, nunca antes habías visto un arma así. Pero sin perder mucho más el tiempo, te dispondrias a seguir a Lilim, por aquel páramo desértico, en el que se aventurarian próximamente.

De nada, Masoquista.

>Diría la peli-gris, en forma bromista pero a la misma vez breve, respondiendo a tu gratitud, pero rápidamente proseguiendo diciendo unas palabras, mientras está miraba al oscuro horizonte desértico y ambos se empezaban a perder en la lejanía y soledad de aquel lugar, donde el silencio imperaba, de una forma casi aterradora.

Ahora que lo recuerdo... Dijiste que me contarias sobre ti, así que dime norteño, ¿Tienes hijos o familia en tu tierra natal? Recuerda, si tú hablas, yo hablo.

>Exclamaria con curiosidad la dama, aparentemente estaba un tanto interesada en saber cómo sería la cultura de midgard y si tenías algún tipo de familia en aquel lugar. >En cuanto al entorno actual, como era típico de un desierto, al fin el frío se haría sentir al caer la noche, pareciendo que la temperatura había bajado extremadamente rápido en un lapso corto de tiempo, pero tú te sentías bastante a gusto, estabas acostumbrado al frío y comparado al invierno del norte, no era un frío nada destacable. Lilim de igual manera, no parecía ni siquiera inmutarse ante el frío, al igual que tú. Aunque aún te sentías sediento y con los labios completamente secos, pues aún no habías consumido aquel frío líquido que te había dado Lilim, por lo que estabas al borde de la deshidratación.

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