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colorado como un tomate, además que pasabas la mano por tu pelo de forma algo nerviosa, cosa que haría que Lilim, haga un comentario referente a eso.

¡Hihihi! Se nota que eres joven humano, aún tienes las hormonas hechas un desastre, ¿No es así? Aunque... No te culpo, cuando era joven también era bastante timida y vergonzosa, me apabullaba hasta por una simple mirada de un muchacho. Que vergonzosos recuerdos.

>Exclamaria Lilim, en un tono amigable y animado a Aegon, sin duda parecía saber por lo que pasaba este, quizás como todo ser vivo, Lilim también paso por algo como la adolescencia y la juventud. Esta proseguiría respondiendote, luego de escuchar tu comentario.

Nehh... La verdad he conocido tantas cosas, que ya no sé que podría considerarse "normal" o "raro", así que sería hipócrita etiquetarte de esa manera. Tu sabrás si ser o no masoquista con la gente común, aunque quizás no les agrade. Por lo pronto, a mi me da igual, ya prometí que te encontraria alguna mujer, que cumpla tu fetiche y te dé una paliza.

>Diría bromeando un poco, aún conservando un tono animado hacia ti, parecía que literalmente terminaría consiguiendote alguna chica que cumpla tu raro fetiche. Aunque está borraría su tono animado y su tranquila sonrisa, al escuchar tu historia, la verdad se sentía un tanto identificada, y al igual que tú, está ralentizariá un poco su caminar, mientras te observaba de reojo.

Ohhh... Te entiendo Aegon, mi madre... Ella de cierta manera, también murió cuando dió a luz a mi y a mi hermana. Aunque te parezca raro, no tenía padre como tal, por lo que tan solo fui criada por un gremio que pertenecía a mi madre, bastante, bastante estricto... A diferencia de ti, jamás quise volver a ese gremio, una vez empece mi propio camino. Pero entiendo tu sentimiento, la madre patria y la poca familia que te queda, te motiva a volver, no hay nada de malo en eso... Además, aún eres relativamente joven, para decidir tu destino.

>Exclamaria, con un tono serio y pensativo, mientras avanzaba con lentitud junto a ti y miraba al panorama oscuro, ya pudiendo ver, cada vez mas cerca, aquellas luces lejanas.

Realmente, no te disculpes por alargarte. No quiero sonar mala, pero tienes tanta mala suerte, que hasta tu historia me parece profundamente entretenida... No me mal entiendas, me recordó al antiguo relato Columbiano, llamado la "Ilíada". Donde un hombre debe recorrer penurias infinitas para llegar nuevamente a su tierra natal. Pero no me hagas caso, solo son ideas mías, no es nada bueno, sentirse a gusto por desgracias ajenas, independiente de la naturaleza de estas desgracias.

>Diría de forma sería la dama de tez gris, mientras escuchaba tus últimas palabras y avanzaba con lentitud por sobre la arena de aquel apabullante páramo.

No te molestes por detalles menores, a mí también se me hace entretenido hablar con alguien, mis compañeros de trabajo son algo amargados, y aprovecho cualquier misión libre para poder salir un rato del clan, y ver lo moderno, que se ha vuelto el mundo exterior... Realmente, ha cambiado mucho el mundo, apenas y es una reminiscencia de como lo veía de niña...

>Exclamaria, como palabras finales ante la conversación que ambos tenían. Mientras ya ambos, a varios metros podrían divisar algo de luz, aparentemente generada con fuego, a simple vista parecía una especie de pueblo a la merced del desierto, algo sin duda curioso, ante eso, simplemente Lilim diría unas breves palabras.

¡¡Alabado sea el Rey Demonio!!... Ojalá tengan alcohol en ese lugar, por que tengo la garganta bastante seca, aunque parece uno de esos gremios nómadas que conquistan tribus del desierto y luego las venden como esclavos, ve con los ojos bien abiertos, Aegon. Pero con la boca lista, para el alcohol...

>Exclamaria de forma animada Lilim, sin duda sería un gusto probar las exquisiteces alcohólicas que quizás tendría ese lugar, no le importaría si vendían órganos o esclavos, mientras tuvieran algo delicioso para beber, estaría satisfecha. Acto seguido, tan solo empezaría a avanzar nuevamente hacia aquel lugar, que se veía a la lejanía, sin muchas aparentes preocupaciones.

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