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<Jeldrich Gehenna.

>El joven Oni, tan solo podía sentirse avergonzado y nervioso ante la situación actual por la que estaba cursando, sintiéndose tan solo como un pequeño pichon que apenas y estaba aprendiendo a volar, en cuanto al asunto de las damas refería. Este estaría por hablar, con su típico tono nervioso que intentaba impregnar de confianza, pero se quedaría mudo, a medio camino del habla, quedándose casi boqui-abierto y sin soltar sonido alguno, al sentir la melodiosa pero melancólica voz de Caroline, no lo había notado demasiado, pero sin duda era algo dulce y hermoso, aquella voz que le hablaba de forma casi directa. De cierta forma, se sentía como un niño arrullado por su madre, por lo que se tranquilizaria y suspiraria, antes de contestarle finalmente a Caroline, está vez en un tono filedignamente calmado, y jovial.

Gracias Lady Caroline. Sin duda, algún día lo lograre... Aunque, no me importaría pasar las peores penurias, si pudiera tener tu voz a mi lado siempre.

>Diria el joven casi en un halago involuntario a Caroline, con un tono que demostraba calma, la misma calma que lo enfundio el tacto, y voz de Caroline. Aunque, este proseguiría diciendole a Caroline, con curiosidad y duda, mientras estaban agarrados del brazo, en aquel instante oscuro y pacífico.

¿Tu tienes algún sueño, Lady Caroline?

>Preguntaría el joven Oni, curioso de si la joven dama que tendría a su lado, tendría algún sueño o objetivo en la vida, ya establecido. Este, luego escucharía las halagadoras palabras de Caroline, por lo que diría, mientras esbozaba una sonrisa y se sonrojaba levemente.

G-gracias Lady Caroline, me mantendré en forma, no se preocupe, siempre me tendrá tal y como le gusta. P-pero. ¿Que es cutis?

>Diría de una forma, halagadora en un principio, pero terminando con clara duda, como adolescente promedio que era, no sabía el significado de palabras con tales significados difíciles, tal vez Caroline deba de limitar su fino diálogo para que el ignorante joven, no se pierda en la conversación. Aunque este proseguiría diciendo, de forma casi inmediata, y recuperando el mismo tono de antes.

¿Le gusta todo los tipos de carnes? Pues, entonces mañana la invitare a comer una hamburguesa, conozco un puesto que sirven unas muy deliciosas... Aunque claro, si mañana está libre, Lady Caroline.

>Exclamaria el Oni, en un tono animado y amable hacia Caroline, aunque como todo adolescente, cuando Caroline mencionó "que le gustaban todos tipos de carne", no pudo evitar pensar por un segundo en algo indecente, pero se calmaría rápidamente, no era el lugar ni el momento para pensar en tales estupideces, podía ser adolescente, pero no podía andar por la vida con fantasías en su cabeza. Aunque le llamaría bastante la atención, el como Caroline se quedaba pensativa unos momentos, para luego decir unas palabras que despertarían su latente curiosidad por aquella chica, aunque ella justamente le dijera lo contrario.

B-bien Lady Caroline, mantengamos un poco más el misterio. A-aunque en ese caso, yo tampoco le hablaré sobre mi.

>Diria replicando el joven Oni en su tono jovial, le parecía justo que si ella no contaba sobre su historia tampoco el lo haga, como todo joven, Jeldrich era impaciente. Pero, algo lo inquietaria repentinamente, y era el hecho de que Caroline repetiera de forma consecutiva su nombre, incluso haciéndolo una última vez, en un tono realmente sugerente. Cosa que haria que Jeldrich tragara saliva de forma pesada, por un segundo pensó en decir "¿Que pasa?", pero el notar como su nombre era repetido varias veces, le hizo desistir de ese intento de pregunta, pues era claro que no lo estaba llamando, Caroline. Por lo que diría, con bastante curiosidad, luego de las últimas palabras de Caroline, que esclarecian el por qué repetía su nombre, en raros tonos.

¿M-mi nombre?... P-puedes decirlo como quieras Lady Caroline, incluso su excelencia me dice "inutil", por lo que me daría igual un apodo malo, mientras venga de su melodiosa voz, no me quejaré .. hehe..

>Exclamaria, casi en un halago disfrazado el Oni, mientras escuchaba la explicación sobre el término que empleó Caroline, el cual le parecía curioso, nunca había escuchado un término parecido, aunque en las historias de fantasía, a los guerreros de gran poder de les llamaba de forma recurrente, tan solo como "Elegidos" o "Héroes". Por lo que luego de ese breve pensamiento, diría Jeldrich, en un tono animado y amistoso a Caroline.

¡Pues entonces, yo seré tu caballero de brillante armadura, Lady Caroline! ¡El más grande de todos los caballeros!

>Diría con aparente orgullo además el joven, a su contraria, parecía esperanzado en tanto a la situacion, quizás por simple accidente, estaba consiguiendo una buena amiga. Aunque, este se veria interrumpido de forma repentina, por la pregunta de Caroline, a la cual Jeldrich, respondería de forma casi inmediata y con una sonrisa jovial en su rostro, una sonrisa hasta un tanto pilla.

Lo siento mi Lady. Pero usted dijo que hay que mantener el misterio, mientras usted mantenga sus labios cerrados en cuanto a quien es, yo haré lo mismo, es lo justo ¿No cree?

>Exclamaria, en aquel tono característico y que demostraba pilles, aparentemente quería hacer que Caroline hablé, usando la misma estrategia de esta, en su contra. Aunque, la siguiente afirmación de esta, lo dejaría algo sorprendido y atediado, aparentemente debería entrenar a Caroline desde cero.

¿S-segura? ¿No sabes nada de nada?... B-bueno, parece que tendremos que empezar de cero.. A-aunque, siendo sincero, soy un paladín, no soy muy habilidoso en la magia, aunque me halagas Lady Caroline.

>Diría el Oni algo desanimado, aparentemente tendrían que empezar las prácticas de cero, lo que sería algo tedioso, pues deberían empezar desde teoría simple de la magia. Aunque, el Joven Jeldrich, se sorprendería ante la repentina reacción de su contraria, de poner su oreja contra su pecho, no entendía el por qué. Pero Caroline, podría sentir como los latidos pasaban repentinamente a 105 latidos por minutos, mientras que el Oni tan solo yacia colorado, casi tanto como un tomate, mientras limpiaba de forma fugaz el sudor que se había generado en su frente,mientras decía con curiodad, y nuevamente con su caracteristico nerviosismo.

¿Q-que haces, Lady Caroline?... ¿Que e-es glorioso?

>Diría algo avergonzado e intimidado, por el repentino y curioso comportamiento de su contraria, no quería que nadie de los alrededores pensaran que estaban haciendo algo indecente o parecido a eso, pero no podía negar, que Caroline era una chica bonita, aunque tan solo posará su oído en su pecho, era una sensación muy reconfortante, nunca hubiera pensado, que el contacto femenino fuera tan relajante. Este se vería interrumpido de su frenesí de sensaciones, recién descubiertas, para luego escuchar a Caroline, le pareció más que curiosa aquella pregunta de su lady, pues el joven pensó que estaba ocultando bastante bien sus sentimientos latentes.

¿M-miedo? Para nada mi L-lady. Sería i-impropio de un joven como yo, sentir miedo por una dama como usted,tan solo... Tan solo, es que hace un poco de calor aquí...

>Exclamaria, intentando escusarse de una vaga manera, mientras suspiraba de forma tranquila, para intentar tranquilizarse, mientras te escuchaba hablar nuevamente.

C-claro, será aquí mismo. Vete preparando, S-Si estás de acuerdo empezaremos cuanto antes...

>Respondería, con un leve nerviosismo que intentaba ocultar, mientras tenía un claro sonrojó que se traspasaba por su piel oscura, parecía querer buscar cualquier buena excusa, para poder separarse de aquel agarré contigo, cuanto antes, para así no ser presa de los nervios que lo inundaban constantemente.

N-no es que no los aprecie, incluso hay humanos que viven en el Clan Demonio... Pero los humanos de la Entente, son sin duda solo unos avariciosos, fanáticos de una diosa pagana. Simplemente son, en su mayoría un caso perdido, ¿T-tu no crees en esa diosa pagana-

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