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{{'2019-09-14T00:55:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 232184

>>231937
>Había un moderado número de personas en la cafetería del hospital, tú como persona a descansar que reside temporalmente en el lugar te era permitido rondar aquellos lugares, aunque de vez en cuando trabajadores y miembros del hospital se acercan a ti preguntando por tu condición. Te encuentras lo suficientemente bien como para dar un paseo a la cafetería, lo único que posiblemente esta mal son los dolores de cabeza que a veces toman de un largo tiempo antes de desaparecer. Las entidades de las que te habló aquel hombre aparentemente experto en espiritualidades no hacen su aparición por el resto del día. Algunas personas se encuentran hablando a alrededores, aunque ninguna parece ser una enfermera o alguien que tenga contacto directo con el exterior, ellos al igual que tú se encuentran temporalmente recluidos, sea por la enfermedad que padezcan. En la cafetería solo hacen de entrega una ligera comida que a pesar de todo no eres completamente capaz de probar debido a no ser la hora de almuerzo y distribución. En la pantalla cerca a una de las puertas del pasillo se retransmitía en directo la llegada de un portaaviones a la costa de la ciudad de Nueva Jerusalem, aún no se presenta completamente aquel evento sin embargo es transmitido de forma que se enfoca más a las personas en el muelle como si fuera un tipo de día festivo o similar, una gigantesca criatura se haría aparición dentro de unas horas, con el aspecto de un calamar estaría dispuesto a acabar con el barco. La televisión repentinamente empieza a retransmitir algo completamente diferente, la idea de un próximo accidente dentro del hospital era algo que podía alterar a unos pocos.
¿No necesita nada más, señor Lüneburg? Espero pueda mejorar pronto.
>Dice una enfermera sin rostro, parecería ser una criatura del Más Allá, pero presenta rasgos humanos característicos. Su piel es rugosa y con un tono similar al que tendría un cadáver recién dejado de existir, a los lados de la cabeza un par de grandes pliegues, parece ser de aquel lugar de donde te habla, a pesar de la apariencia parece ser higiénica como toda enfermera y emite un agradable aroma, aunque su voz no es demasiado acogedora. La noche llega, las luces de los pasillos del hospital continúan encendidas, no se escucha ruido molesto o por lo menos tuvo un descenso en la frecuencia.

>>231945
>En el puente a avanzadas horas de la noche, un destello de luz corta con gran parte de la construcción existente. El camino hacia las afueras de la ciudad, en donde se encuentra la mansión de una familia rica de vampiros, se encuentra obstaculizado por una aparente lucha nocturna. Una de las vampiros con una enorme sonrisa observa como la más alta clase intenta escapar gracias a su arma, a pesar de todo el lugar en el que se encuentran es aún alejado del hogar de la noble. El arma bendita perdida entre los escombros y otra aparentemente mágica en sus manos dispuesta a hacer otra disección. La guadaña es maniobrada para dar un gigantesco ataque de forma horizontal, la vampiresa que escapa en cuestión de segundos pierde la mitad de su cuerpo. La aparente cazadora de colmillos independiente no se acerca a la debilitada noble a pesar de todo, empieza a tardar buscando entre los restos de la construcción y el auto la afamada arma que podría matar al inmortal. Por otro lado, en el suelo, las gotas de lluvia caen sobre ambos pedazos de lo que es o era Lilith Bathory, impactan con poca intensidad sin embargo la cantidad de estos hacen que sean incapaces de ignorarse, a partir de esto, la vampiresa se mantiene consciente. Puede sentir partes de su cuerpo caer como si estuviera hecho como el de un humano, un manjar para su atacante. El humo blanco emana de la vampiresa en el suelo, producto de la regeneración, los tejidos empiezan a repoblar y unirse entre sí. Como si el agua de la lluvia la revitalizara, la vampiresa nuevamente empieza a estar completa, a partir de la sangre obtenida en el banquete las partes se unen y ella se levanta. La fuerza se recupera pasado el efecto de debilidad del arma, la vista muestra a la cazadora entre los restos de el auto y los demás vampiros acompañantes de la noble. La lluvia cae con mayor intensidad.
(Grietze) Te daré lo que deseas, m-mi vida no es suficiente con todo lo que hice a usted y sus allegados su señora Bathory... l-le ofrezco lo que desee, ¡mi eterna lealtad o servicio! ¡Tome las armas! ¡Haga de mi lo que le plazca, pero déjeme vivir!
>Decía la vampiresa que poco tiempo antes intento comer a una noble, suplicando por su vida y ofreciendo a cambio todo lo que se podría por ella. Sea si acepte la oferta de la inmortalidad o continúe en píe la deuda de la traición. De pronto, el puente se desploma. Producto de los ataques anteriores de la vampiresa, los enormes alambres de metal que sostienen la vía se caen y con ella toda la construcción. Un gigantesco trozo de acero cae sobre ambas y con ella ustedes al mar, la atacante se extravía por completo.

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