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Busque el juego que dijiste y me di cuenta que de hay saque la pic de la Lámia kekaso. Solo recuerda que no se llama Alice, se llamaba Minerva si no mal recuerdo Si quieres interactuar con succubus, podrías unirte a su Gremio/Secta que tienen ellas, ¿Pero para que quieres interactuar con una? Solo es curiosidad, kek

>La Kherubin, escucharía la explicación de Jorel, lo que dejaría mermadas sus dudas sobre si aquellos dos chicos tenían alguna relación amorosa. Sería sincera, se decepcionó un poco de la situación, pensaba que aquellos dos tendrían quizás un amorío, pero todas sus sospechas parecieron ser refutadas, incluso el chico parecía evitar el tema, lo que le parecía curioso a Vazliel.

Ya entiendo... Disculpa por mi atrevida declaración, niño

>Diría de forma breve la Kherubin, no quería que aquella conversación incómoda que se generó debido a su mal juicio, se alargue más de lo debido. Pero notaría con extrañeza tu comportamiento cuando mencionaba sobre las Lamias que estarían dispuestas a incluirlo en su harem, para poder mantener una casta fuerte y extensa, a lo que diría de modo serio, mientras observaba como rezabas en voz baja.

Niño... No quiero parecer una descarrilada con mis palabras, pero no creo que hayas hecho un voto de castidad al igual que yo. Tener descendencia con alguien, no creo que este mal, siempre que sea de forma matrimonial claro, aunque claro, si la ramas de tu creencias está en contra de eso, entonces no desviare más tu buen juicio. De todas formas me parece honorable de tu parte, el no dejarte llevar por la lujuria y la avaricia, a pesar de que este implicado el matrimonio, sin duda un joven con una voluntad fuerte.

>Exclamaria Vazliel, de forma sería, aparentemente halagando a Jorel, por su Evangélico y casi completamente devoto comportamiento. Pero tus siguientes palabras no las esperaría para nada Vazliel, incluso te miraría directamente con sus ojos azul océano, ante tu disparatada declaración.

¿Casarte conmigo...? Retiro mi halago, humano. Sin dudas el orgullo y el atrevimiento te invaden.

>Diria la Kherubin, casi enjuiciandote por aquello, con una leve vergüenza, que poco y nada demostraría, generada por tu atrevida declaracion, sin dudas las descolocaste de la situación con esas palabras. Por lo que simplemente suspiraria, algo sería, mientras tú tomabas aquel café que te habían dado, se sentía un tanto amargo y seco, como era típicamente el café, mientras sentía su olor, que era completamente insípido, no parecía diferenciarse de otros cafés comunes, de los cuales ya tenías conocimiento.

Bien, espero que hayas disfrutado el café, niño.

>Exclamaria con brevedad, seriedad y aparente enojo, quizás este un tanto ofendida o confundida ante tu declaración, si era sincera con ella misma la Kherubin, jamás había escuchado palabras así de nadie más, pues como era obvio, ella no habría buscado un hombre antes, y nadie se le habría declarado de alguna forma con anterioridad, ya que como era claro, al ser un clan matriarcal, los hombres apenas servían como adornos, y para la reproducción, al los machos no poder usar magia y ser un tanto más débiles físicamente, además de tener como era claro, una diosa suprema que era mujer.

Como quieras niño, descansa, mañana tendrán un día duro... Solo no te metas en problemas, intentando hablar con esa Lámia, parecía un tanto shockeada la última vez que la vi para curarla, sin duda estar cerca de la muerte no te deja igual...

>Diria nuevamente en el tono breve y pensativo de antes, aunque en su exterior no lo demostrará, en su interior tendría una total encrucijada. La propuesta de matrimonio del chico la hizo pensar muchas cosas, pensaba que ya se estaba volviendo algo vieja y aún no se había casado, tampoco había tenido descendencia alguna, un miedo del pasado resurgiria, y era el morir sin antes haber dejado algún legado, sin duda su llegada marco un antes y un después en las tribus de Lamias y Arachnes, que por siglos vivieron en guerras. Pero... Aún no había logrado que el clan pasará de la edad media, aún le faltaba bastante para dejar al clan en buen puerto antes de su muerte, pero sabía que sin duda no viviría para siempre, sabía que debía dejar descendencia, ¿Pero con quién? ¿Alcanzaría a hacerlo antes de que muera vieja y amargada? Crisis y dudas de esa índole inundarian la cabeza de Vazliel, tan solo a través de tu simple declaración, la Kherubin simplemente quedaría pensativa, casi mirando a la nada, con la expresión seria que la caracterizaba.
>Mientras que tú, finalmente te dispondrias a salir de aquel lugar, saliendo por la puerta de la habitación de Vazliel, para posteriormente salir por la de la Catedral, al salir podrías notar las rudimentarias calles, tan solo cubiertas por piedras de concreto, en un vistoso zig-zag de estas, casi queriendo emular una especie de adormentalizacion antigua, en conjunto de crear un camino medianamente elegante para aquella metrópolis. Recordarias más o menos como se llamaba la capital de aquel clan, era el estado de "Al-andalus", siendo su sede principal de este estado "Córdoba", un dato menor e irrelevante. Finalmente te encontrarias frente a aquella catedral, en la que habías permanecido la mayor parte del día. A aquella hora, la noche predominaba, las estrellas brillaban y las sombras eran atenuadas por los faroles antiguos, que subsistían a través de antorchas internas, las casas de alrededor tenían una elegancia y abundancia inusual, se hacía notar que aquella era la capital del clan, incluso teniendo algunos adornos de oro a la vista, pero con guardias Arachnes, recorriendo cada esquina y techo, de forma bastante camuflada, parecían las guardias perfectas para la noche, mientras que para el día, parecían totalmente indicadas las Lamias en cuanto a vigilancia refería. Finalmente, ya tendrías que ver la forma de llegar a tu ansiado, la lámia que se hacía llamar Minerva, ¿Pero donde la encontrarias o a quien le preguntarías sobre su paradero?

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