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>Alas de color rojo se extienden detrás de la vampiresa, moviéndose ligeramente en profundidad similar a otro órgano del que tiene completo control. Dentro de esta masa escarlata se hace notar un movimiento continuo, como la sangre fluyente en arterias humanas, la materia roja de estas extremidades sale del cuerpo para volver a entrar en un recorrido exterior. Una sonrisa se expande por el rostro de la dueña de la mansión en debate, como una perdida completa de razón de su parte, la fiebre heredada solo desea alimentarse, saciar su hambre y cuando esta condición sea discontinuada, este satisfecha, hacer de los restos y alrededores un infierno en vida. Ella se acerca, un paso ocasiona un sonido ensordecedor, como si de la pisada de un gigante se tratara, ella además de su aura expuesta guarda otra faceta de inmensidad comprensible a duras penas. El siguiente paso fue con el objetivo de emprender el vuelo, utilizando aquella manifestación de su ser, la sangre, ella se acercaría con velocidad demoníaca mientras ocurre la distorsión de lo que parece ser la realidad. La caja en el centro del gigantesco salón de entrada a la mansión absorbe en su interior a ambas entidades. El escenario da un repentino cambio, encontrándose en un laberinto infinito de sufrimiento, dimensión paralela que se conectaría a la realidad por el flujo de una sensación presente en la mayoría de seres vivos. El miedo continuaría habitando en dimensiones incontables, esta como terreno del temor olvidado inicial. La hematófaga en el cielo gris gruñe de forma bestial al ver como su ventaja en territorio se desploma por el cambio. La dama se esfuma en pocos segundos, la criatura de la noche al verse envuelta en tan altas paredes sin la capacidad de ni siquiera brindar un solo ataque se frustra. Las paredes son atacadas como sustituto a su sed de sangre, con cada embestida de los órganos rojos la vampiresa se perdía en la inmensidad de la dimensión, sin mencionar la energía que le superaba.
Magrateria Vactovoel Rouvelarium Von Relious-Gronna
>Una rosa negra crecía a raíz de la destrucción de sus compañeras, las otras flores que yacen en el suelo algunas muertas, otras deshidratadas poco tienen que hacer más que presenciar como el parásito se alza usando sus vidas de por medio. 457 años atrás en el tiempo, el nacimiento del décimo segundo de los hijos de un linaje creciente en poder. Nobleza brindada por los mismos trece ancianos, la entidad de aparente inmortalidad fue engendrada última en ser acompañada por sus otros once hermanos. El organismo fue diseñado con un propósito el cual desconocía, su única pista fue una sed insaciable de un elemento de la especie que más se asemejaba a ellos, los humanos. La sangre fue su principal impulso, necesidad de la que aparentemente no se podía deshacer, la arcaica mente del individuo se perdería en un proceso de intento de satisfacción durante cientos de años. Después de probadas miles de formas de obtención de sangre, cuando por fin encuentra un limite, saturación de la necesidad que enfocaba su vida, ella es capaz de pensar con falsa libertad. La vida que se basa en una necesidad al ser solucionada esta última solo encuentra muerte, sin embargo su condición fue distinta, como humano que le teme a la muerte decidió hacer su inmortalidad patente. Al observar a su alrededor en busca de los restos de lo alguna vez ocurrido, su creación, dio con un linaje manchado por esta misma sed, destrucción incluso a los de su propia especie, una forma completamente llamativa de cazar. El proceso de eliminación del linaje fue lento debido al inmenso poder emergente de cada individuo, pero con el esfuerzo de cada generación humana esta familia fue eliminada, casi. La última rosa en píe aprendió de sus antecesores y de los mismos seres que pisotearon sobre ellas, terminó por admirar ambos lados. En su afán de supervivencia, motivante de la existencia de todo organismo, intentó conseguir una vida prolongada. Restos de lo que fue su necesidad aún habitaban en ella, como la ingestión de sangre o el deseo destructivo se manifestaban esporadicamente. Observó el comportamiento humano por un largo tiempo, después de raptar a muchos comprendió el poder que la minoría ejercía sobre otros, debía de continuar con el ciclo si lo que deseaba poder, para que en algún momento este mismo ciclo pueda romperse y el poder que obtuvo inicialmente y el que crió con esfuerzo se transforme en vida. Una red de continua alimentación surgió, en la que cada individuo que aumentó a su familia le juraba lealtad, cada uno aumentaba su alcance y control. Quitado del corazón de organismos en los que confía, después de instaurar parte de su sangre, el individuo se transformaba en una versión inferior de ella. Sus instintos primigenios a pesar de todo no lograron que el trabajo continué por siempre, necesito de un lugar al cual escapar y así sentir lo que solía ser para después olvidar. El miedo del ser inmortal no era hacia el ser superior creador sino hacia la misma muerte.
(Magrateria) tE MaTaRÉ, sERé lIBrE.
>Extremidades rojas y circulantes abren forzosamente la caja desde dentro de ella, ampliando la abertura cada vez más dentro se escucha la voz de la cautiva en dimensión, el objeto empieza a romperse. Se siente de ella una completa desesperación, signos de venganza. La extremidad escarlata antes de escapar fija el objetivo, la dama del dolor es empalada múltiples veces. Cuando el temor es encontrado en la vampiresa, miedo al fin de su inmortalidad, la parte que logró escapar del diminuto portal regresa al interior de la dimensión. 106 cae al suelo del vestíbulo, al lado de la caja que engulló a la identidad.

kek tenía planeado que ambas se exterminasen, puedes interpretar su final como gustes, negrín

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