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>Familia sin nombre
La dama caminó tranquilamente hasta el vestíbulo. No se vio obligada a tomar desvíos innecesarios, 105 se encargó de crear puertas y escaleras donde antes no existían. Tuvo un diccionario en la mano que consiguió de la biblioteca. Encaró al vampiro llamado Tony.

"Hay un concepto que me atrae. Existen muchos en realidad, pero por ahora me centraré en uno solo..." Buscó una pagina del diccionario de la letra C. "Una tradición de los seres conscientes. Se llama cena... Deseo experimentar una comida nocturna con mis semejantes. Quiero que prepares una. No deben tardar en llegar... El tiempo corre, así que apresúrate y vuelve a ser de utilidad"

Reparó en el cigarrillo. Le molestó mucho el aroma a nicotina, y más aun que contaminara su ambiente. Le arrebató el cigarrilloy lo aplastó en su mano hasta hacerlo polvo, indiferente del ardor.

"Que no se repita. Si deseas escupir humo primero sal de la casa" Fulminó, para luego marcharse del lugar, arrastrando a reptil indestructible que se distrajo mordisqueando el ruedo de su vestido.

Una horas más tarde...

De una alcantarilla de la calle más cercana a la mansión, se asomó el señor de las plagas. Olfateó con cautela aquel mundo exterior que tanto le repugna...

"Solo mírenlos, mis subditos... Tan limpios... ¡Tan sanos! ¡ME DAN ASCO! Seguro que hasta se cepilla los dientes... ¡O peor aun! Conserva sus dientes" Comentó al ver un mendigo. Ignoró al humano y con ayuda de la ola de ratas salió en estampida hacia la mansión. Lamentablemente la dama no dejó que la ratas entraran al sitio augurando que mancharían todo... El señor de las plagas aceptó la regla con rechazo. No pudo hacer nada, después de todo ella es la mayor.

"¿Trajiste un obsequio?" Preguntó la dama, con la vista fija en el diccionario.

"¡¿QUÉ ES UN OBSEQUIO?!"

"Un articulo o preciado que entregas a otros durante reuniones especiales... Creo que esta cena lo amerita"

"¡¡QUÉ ES UNA CENA?! ¡NO ENTIENDO NADA Y NO ME IMPORTA! Mi única misión es generar temor con la enfermedad... ¡TODOS LE TEMEN A LAS PLAGAS!"

"Es un miedo bastante antiguo que nuestra entidad creadora conoce bastante bien, incluso desde su etapa de pensamiento más simple. Pero deja de gritar"

Los roedores contaminados regresaron a las alcantarillas. El rey tomó asiento en una de las sillas del comedor.

Otra hora después...

Con golpes fuertes y pausados alguien tocó la puerta, derribandola por error. El luchador, el guerrero del terror, se mostró en todo su esplendor. El reptil indestructible fue a recibirlo y correteó entre sus pies. Poco después también llegó la dama.

"¿Tampoco trajiste un obsequio?"

Guerrero del terror permaneció en silencio, sin hacer un solo gesto o ademan, dando entender que no trajo esa cosa que no sabe qué es. La dama suspiró y lo hizo pasar, instándole a tomar asiento en una de las sillas del comedor.

Finalmente, con otra hora más, el ultimo invitado llegó. Saber unió los detalles de distintas niñas que observó, para tomar su forma actual, a la que consideró: La niñita perfecta, ideal para camuflarse y obtener información.

"Veo que tú si trajiste un obsequio..." Indicó la dama.

Saber tuvo bajo el brazo derecho el instrumento utilizado por la humana para tocar música, incluyendo el arco. En su mano izquierda, arrastró a la mujer inconsciente como si fuese una bolsa de basura. Cuando todos se fueron, incluyendo la muchacha que la alabó, Saber tomó un ladrillo y le atizó con la fuerza suficiente para noquearla.

"¿Qué es un obsequio...?" Quiso conocer la pequeña saber. "No importa... Encontré esta cosa de camino. Puede crear sonidos intrigantes con esta herramientas. Imaginé que te interesaría"

"Me conoces bastante bien... Oye, ¿y ese aspecto?"

"Servirá para obtener información. Si veo que no resulta, cambiaré a otro"

Pasaron, y la mansión hambrienta cerró sus puertas. Dejaron a la humana en un asiento junto a Saber. Rey rata esperó al lado contrario. La dama permaneció en la cabecera de la mesa. El luchador estuvo a su izquierda. El reptil indestructible descansó sobre sus muslos.

"Ahora hay que esperar la comida... Y confiar que esa humana despierte para que nos muestre sus sonidos intrigantes"

"¡ESA HUMANA ESTÁ MUY LIMPIAAAAAAAAAAAA!" Gritó el señor contaminante lleno de pánico e impaciencia. "¡Seguro rechina de limpio! ¡ODIO LAS COSAS QUE RECHINAN!"

Guerrero del terror permaneció en absoluto silencio. Lo mismo con Saber, quien pidió prestado el diccionario de la dama para examinarlo.

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