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Anónimo {{'2021-04-05T19:12:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 1326094

>>1326074
La realidad y sus fenómenos nacen del surgimiento del vacío, el surgimiento es la expresión espontánea, pasiva y natural de fenómenos más pequeños, siendo la célula el vacío.
De dicha célula surge toda la realidad, y de ella el ser vivo y el ser sapiente, de del ser sapiente nace la idea del ser divino, la aspiración de perfección en todo sentido del ser sapiente, el nuevo ser, el nuevo hombre, el übermensch, y todo dependerá de la visión del perfecto que cada uno tenga. El ser divino responde a la necesidad del ser sapiente de completitud, siendo dependiente de cada individuo, el dios de uno no será el mismo dios del otro a pesar de ser de la misma fe, dando origen al conflicto. Estas visiones le dan la característica relativa al ser divino, que es incómodo al ser considerado al ser divino como la perfección relativa de uno si la concepción de perfección es absoluta, por lo que los individuos buscarán imponer su visión del ser divino para hacerla realidad y absoluta. El conflicto es perpetuo, y sin victoria, el único objetivo es imponer al ser divino propio en busca de ser reflejo de dicha divinidad y estar en la final de la escala, cuando en la escala de los fenómenos, el fenómeno emergente del ser sapiente solo será otro ser sapiente más adaptado y con mayor capacidad de comprender una realidad superior y metafísica. Cada ser sapiente tiene su concepción del ser divino que da origen a la metafísica de sí mismo, pues encontrando la perfección, el ser sapiente encontrará su propio origen al ser la perfección la completitud de todo conocimiento y realidad, lo que hará al ser sapiente retroceder a sus orígenes y comprenderlos. Al comprender su propio origen, el ser sapiente logrará encontrar su motivo o inercia. Si el ser sapiente comprende que no posee un origen o motivo más allá del origen sin motivo de la naturaleza, comprenderá que no deberá imponer su ser divino. El individuo tiene de causa al vacío, es complejo el individuo y por ello no tiene una causa externa fuera de sí mismo, su necesidad, y en inicio el mismo vacío.
El individuo no se debe someter a externalidades más que a sí mismo, a sus necesidades y metas, el individuo debe someterse a su propio gobierno individual sin sacrificar al ser. No a constructos sociales como la moral o la religión, pues son inventos del ser humano para someterse y someter. La esencia del ser humano está vacía, no hay metas naturales más allá de la perpetuación, pero no es una meta del individuo sapiente, pues puede tomar un camino que lo aleje del vacío existencial o que lo ayude a profundizar en el vacío sometiéndose a la meta de otro, que al dejar de existir el otro solo queda el vacío. El individuo puede puede ir en contra del ser en su autogobierno, pero no puede negar su naturaleza o entraría en un proceso de desrealización que termina con el ser al destruir un elemento que describe al ser, puesto que un conjunto, ya sea el algo o el ser sapiente, está constituido de los conjuntos anteriores, por ejemplo el ser es materia, y si hacemos que el ser deje de ser materia, el ser muere. La desrealización provoca la muerte del ser o la destrucción completa de la identidad y del fenómeno emergente del conjunto al que una entidad pertenece, liquidando de la existencia, borrándose.

- METAFÍSICA DEL SER DIVINO Y LA NEGACIÓN DE LA UTOPÍA COMO UN FIN, el negativismo arectio

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