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Anónimo {{'2021-05-26T02:59:00.000Z' | moment 'DD/MM/YY HH:mm'}} /#/ 113665

bueno, continuo.

¿Quién era este tipo? y ¿Qué relación tenía con ella? Me pregunte, la chica no se veía como una fresca, diría que seria más cerrada por la expresiones que tenía el día que la vi, el borracho empezó hablar de forma más confiada, “no te cobrare mucho y puedes hacer lo que quieras, claro, no puedo permitirte ciertas cosas pero no es como si nada se pudiera arreglar con dinero”, era una lacra, pero la curiosidad era bastante, mas que nada, ¿era realmente la chica que vi ahí la misma que este borracho describía?, afortunadamente el camión paso y sin decirle nada me subí, varios días pasaron después de eso, preferí olvidarme de todo, pero las palabras de ese señor aun retumbaban por mi cabeza, en un jueves precisamente, que de igual manera ya era tarde, el mismo señor que me había hablado se encontraba peleando con el vendedor de una agencia, supongo que intentaba pedir fiado, no lo sé, pero el me vio y vino lo más rápido que pudo hacia mí, me hablo, “que paso carnal, me dejaste mal la otra vez, que tal si vamos hablar en un lugar más tranquilo esta vez”, ni una mierda, no quiero terminar con una navaja en el culo, simplemente empecé a caminar, al verme escuche que llamo a alguien, no entendí a quién, ya estaba demasiado preocupado en salir de ahí como para preocuparme por otra cosa, de tras de mi se escucha un “hey carnal mira”, sé que no debería de voltear, pero tenia miedo de que fuera un arma, voltee, y ahí estaba la misma chica que vi ya hace tiempo, agarrada de la mano de ese señor, el cual ya había pensado que era su proxeneta, él se acercó, no pude moverme, la mirada de miedo y tristeza de la chica me inmovilizo, pero había algo mas en su rostro que incluso hoy día no puedo sacarme de la cabeza, una mirada de incertidumbre, esos ojos temerosos, como si al dar un paso el suelo fuese a derrumbarse, estaba nerviosa pero no huía del proxeneta, incluso se mantenía pegado a él, al estar enfrente de mi me dijo burlonamente “mira, que te dije, vela más de cerca, ¿realmente no te pone cachondo lo que podrías hacer con una huerca como esta?”, mire a ver inmediatamente a la chica, no había ni un rastro de indignación en su rostro, prácticamente solo veía al piso, un odio empezó a florecer en mí, pero no soy Superman para tener superfuerza y este mundo no es un mundo de héroes en el que con solo golpear al tipo malo hace que se acaben los problemas, él me dijo, “mira, solo dame 500 varos, quiero mamarme el día de hoy y puedes jugar con ella un rato”, estaba molesto pero no podía evitarlo más, no tenía que mantener a nadie en esa edad ya que vivía solo, podía darme ciertos lujos, pero me arrepiento haberle dado ese dinero al señor, al dárselos hablo de algo con la chica y se fue corriendo lo más rápido que pudo a la agencia, sin preguntarme nada ella agarro mi mano y empezó a caminar, yo detrás de ella, la misma casa de mierda que había visto, latas de cerveza tiradas en la terraza, desbordadas de la pita que ya atenían acumulada con lo mismo, una puerta que se habría con un hilo que tenia amarrado por afuera, entre, casi casi con el ano en la garganta, ¡la cague!, me dije a mi mismo, al abrir la puerta pude ver a una señora.

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