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>>106760
>>106775
Igual, cuando vi por primera vez los carteles de ambas series el que me llamó más la atención fue el de TOH. Creo que mi decepción por la serie tuvo mucho que ver con las expectativas que tenía, en TOH estaba con las expectativas muy altas, mientras que con TOH fui a la de "a ver que tal" me esperaba una serie slice of life tipo Big City Green. En lo personal, lo que yo espero de una serie son dos cosas:
1. Un lore interesante que se no se explique explícitamente sino por detalles
2. Personajes interesantes y con buenas interacciones.
Y la verdad, TOH falla en ambas

1. Todo lo explican de manera explícita, y el lore llega hasta ser contradictorio
2. Los personajes no son interesantes, los únicos que valen la pena son Amity y los gemelos

Mientras que en Amphibia es todo lo contrario
1. El Lore fue explicado por medio de detalles que parecían irrelevantes pero alcanzaron a tener mucha importancia, por ejemplo, la lucha de clases entre ranas y sapos que fue sugerida a medida que la serie progresaba acabó siendo tema principal del final de temporada
2. Los personajes son interesantes, tienen desarrollo y tienen buenas interacciones

En pocas palabras Amphibia acabó siendo todo lo que esperaba que TOH llegara a ser
>>1041226 (OP)
Todo un chad el joven Franquista, Arriba España!
>>1041620
Callao' Libermierda
>>1041625
Meximono basado
>>1041267
¿Que mierda?
>>56881 (OP)
y entonces negro ¿continuamos ardiendo anos o qué?
>>1041267
¿Qué le pasa al veneco de tu pic?
>>56881 (OP)
Sí estuvo bastante kekeante el hilo, de hecho, reí como autista cuando posteé la pasta del kokún una parte de esta, diciendo que soy skiso y que un amigo con el nombre prohibido me dijo que es no era natural.
>>310041
https://www.youtube.com/watch?v=AFa1-kciCb4
>Crónicas del Albatros
El viento árido sopla en mitad de la calle. Una planta rodante recorre el camino junto las nubes de tierra. Los lugareños andrajosos miran el duelo desde la seguridad de sus casas, llevados por una morbosa curiosidad por saber quien saldrá victorioso y quien morderá el polvo. Julius a la derecha. Ramón a la izquierda. Catorce bandoleros en los laterales esperando el triunfo de su lider.

El artista fue dejado en una moto-aerodeslizadora, puesto como un saco de patatas sobre el asiento. Aprovecha que nadie se fija en él y se zarandea para caer sobre la acera del local, y se arrastra como una oruga para llegar hasta su mochila.

El peligro impregna el aire, se aferra al cuerpo como una capa de sudor. Los buitres giran sobre el poblado, trasmiten en sus graznidos el deseo animal de darse un festín. Pero para Julius y Ramón, el sonido de las bestias, el calor hiriente, y las ojos fijos del publico no tienen lugar en sus mentes. Porque deben concentrarse en el que tienen delante si desean salir con pulso. Se asienta la tensión del momento y con ella no hay espacios para más intercambios de palabras.

Ramón mantiene el rifle mirando a tierra, la cobra que sisea pero aun aguarda tranquila. Julius sigue levantando la empuñadura de su espada con el pulgar, enseñando acero como un lobo que muestra sus colmillos.

Sin campana ni advertencia, el momento llega tan repentino como la mordida de una cascabel. En un parpadeo Ramón sube ambas manos y apoya la culata del Winchester en su hombro. Julius corre hacia él. El rifle centellea una, dos, tres, cuatro veces. La katana es desenvainada y cruza el aire la misma cantidad de veces. El plomo choca contra el acero, saltan chispas y las mitades de las balas salen volando. Una se entierra en el cráneo de uno de los forajidos, que luego se desploma.

A cinco pasos de Ramón, el Lancaster da un salto y dirige la espada hacia el pecho del moreno. Ramón apunta a Julius, pero el tiempo no le rinde para jalar el gatillo, y la espada conecta con el cañón del arma. La hoja avanza, apoyada por el impulso del peliazul, y destroza el rifle modificado, convierte sus mecanismos en fragmento. Continua, propina la estocada contra el chaleco del bandido y va más hondo, se entierra en la carne.

Ramón: ¡...!

El moreno masculla con la mirada desorbitada por la sorpresa. Queda incrustado al suelo. La espada atravesó su cuerpo y conectó a tierra. Julius mantiene la presión y deja su bota reposando en Ramón.

Ramón: ¡¿C-Cómo...?!

"Es más sencillo cuando sabes donde irá la bala. ¿verdad, señor Rompecorazones?" Esboza una gran sonrisa, que no dura mucho por el múltiple sonido de seguros levantados y cañones de armas girando. Los treces bandoleros restante forman un anillo de muerte y pistolas, todas apuntando al peliazul. Los ojos del noble recorren a sus posibles verdugos. "¿Esto no era un 1 vs 1? Creí que había honor entre ladrones"

Bandolero random: He, pero no eres un ladrón, muchacho.

"¡Anda! Ahí si que me atrapaste"

Casi en unisono las armas rugen. Julius suelta la empuñadura de la katana y se mueve. En un coro de quejidos, diez de los salta-muros caen al suelo. Los tres restantes se paralizan. Julius permanece en el centro, vivo, sonriendo, con una franja de sangre que baja por su frente y recorre el extremo de su ojo izquierdo. Una bala le rozó y su sombrero cayó al suelo, pero nada más.

Esa demostración de reflejos, sentidos sobre-humanos, o de un instinto que algunos podrían llamar divinos, llena de terror a los pistoleros que dan media vuelta y corren a sus motos. Huyen volando.

El Lancaster vuelve donde Ramón y lleva de nuevo las manos a la empuñadura de la katana. El forajido con las palmas rajadas y ensangretadas buscó retirar el filo sin éxito. Julius echa más tierra a sus esfuerzo y hunde la hoja los centímetros que el hombre logró sacar.

Ramón: ¡Uahgg! ¡I-Imposible! Es inhumano...

"Hoooo... ¿Imposible? Para nada, aquí los cerdos no vuelan. Todo es cuestión de trayectoria. Si sabes donde va el toro, quitarse de en medio es sencillo. Solo hay que ser rápido... Y velocidad a mí me sobra. Un pistolero venezolano me enseñó el truco. Comparado con él sigo siendo un amateur, un potrillo de corral. Pero sé moverme, y eso acorta las distancias"

Ramón: M-Mierda...

Entre espamos de dolor y con los dientes apretados, el moreno busca formular palabra.

Ramón: No... N-No quiero morir...

Julius pasa varios segundos mirándole en silencio, viéndole retorcer y luchar. Hasta que se harta y echa un suspiro al cielo.

"¿Quien quiere morir? Cuando te toca, te tocó... Y cuando no, se sigue adelante lo mejor que uno pueda, como siempre se ha hecho"

Con un movimiento de su mano... La hoja abandona el pecho del moreno. La sangre brota de Ramón, pero si se trata rápido no será una herida mortal. Personas han sobrevivido a cosas peores, eso Julius lo sabe así que ni se molesta en darle un segundo vistazo.

"Suficiente muerte por hoy. Lárgate. Vete al sur y no mires atrás. Es la única oportunidad que te daré"

De otro tajo al aire limpia la sangre de la katana. La guarda en su funda y da media vuelta. Camina donde su sombrero y lo recupera del suelo, le sacude el polvo con la mano antes de cubrir su cabeza. No tarda en notar los ojos del forajidos aun clavados en su espalda como brasas ardientes.

"¿Todavía a-?"

Mira sobre su hombro y ve a Ramón de pie, con el saco abierto. Sobre la camisa negra muestra una correa de dinamita conectada a una alarma por donde corre la sangre que brota del pecho. En la mano sostiene un panel grueso y rectangular con un switch, listo para mandar una señal a las dinamitas y convertirlos a ambos en carne para coyotes.

"¡...!"

Julius lleva la mano a su espada, pero hay mucha distancia y nada de tiempo para recorrerla.

Ramón: ¡Allahu Ak-!

Una cuerda se envuelve en su cuello, asfixiando de golpe las palabras y movimientos de Ramón. El joven artista sostiene el mango del lazo, aprieta con fuerza. Inmediatamente presiona un botón y la energía recorre la longitud de la cuerda. Es como el lazo Nova de Bell, o el lazo de Whisky de Kingsman.

La cabeza cercenada de Ramón De Guzman rueda por la tierra, y la oscuridad se lo llevó junto a casi toda su banda. Varios bandidos menos, pero aun quedan muchos que cazar y bastantes por nacer.

3/5
>>1709829 (OP)
yo soy el negro original de los parabrisas, no tengo como probarlo porque no me tome captures a mi mismo, pero soy también el que todos dudan y miran y dicen en el fondo "Ese chamo es marico", y a veces crean grupos de whatsapp donde se ponen a dudar de mi sexualidad pero yo les digo que no soy marico! dejen de andar dudando de mi!
>>1042219
Ya veremos, ahí estaré para apoyar a los mapuches y fusilar a los fachos.