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-Moromao-
mientras seguía el único camino que parecía evidente, dentro de si mismo continuaba con aquella idea que estaba cultivando. entonces... dentro de su imaginario respiraba, no se preguntaba cómo podría respirar ni si tendría efecto, tan solo respiraba sabiendo que era como respirar en el mundo real. muros sólidos sin comparación alguna, un laberinto que se extendería sin final aparente. iba soltando el aire que había respirado mientras recitaba lo que buscaba conseguir, visualizándose a si mismo con los ojos cerrados para así poder concentrarse más en la idea de crear un laberinto, haciendo una vez más uso de su respiración para llevar a cabo esa idea, pero esta vez visualizando su respiración como una muy densa niebla que se escurría de su boca, para luego caer al suelo y sin que él tenga que especificar nada esta empezase a desplazarse y formar los muros, solidificándose en un material que en la vida real no existe, pero dentro del imaginario de moromao es factible y hasta indudable.
con unos muros gruesos, que no pueden ser penetrados, cortados, quemados, borrados, ni consumidos por ningún material... excepto por mi propia voluntad, siendo así estos manipulables a mi gusto y antojo, remoldeables y reutilizables según me venga en gana... pero, eso no afecta al laberinto por ahora, por ahora solo se debe erguir en la distancia. mientras iba relatándose a si mismo aquello, dentro de su mente tan solo hacía una cosa más: inhalar y exhalar, liberando así aquél miasma que iría formando el laberinto, laberinto el cual sería con cada respiración un poco más grande, al principio fue fácil, ya que solo tuvo que crear la entrada y todos los muros alrededor de ella, pero de a poco el miasma se tenía que desplazar más lejos, moromao debía respirar más cantidad para poder crear más muros, y el mapa mental tenía que ser más y más grande, por lo que casi en piloto automático, el cuerpo real de moromao seguía la única orden designada: llegar a las cercanías de deinlit, dentro de su propia mente moromao estaba más presente que dentro de la realidad que había afuera.
y para evitar escapes o trampas, un techo de un grosor infinito cae, como tapa dentro de una botella cubriéndolo todo, asegurándose de que nadie pueda ni vea factible intentar saltar entre muros, ni permitiendo y hasta advirtiéndome a mi mismo de si algún individuo intenta esto mismo. al son de su narración interna, visualizaba como una capa de ese miasma puro cubría todo, formando una llamativa figura donde él se ubicaba, cuatro pilares que se encontraban conectados al suelo, estos representarían aquello que moromao mencionó de "advirtiéndome a mi mismo", y entonces, él mismo cimentó dos bases: dentro de aquél laberinto, el suelo negro y oscuro era un piso que servía para saber por dónde iba algún individuo, y el techo hecho de lo que parecía más un liquido o neblina, lo que le advertiría a moromao de posibles intentos de hacer trampa.
~~están intensas las pajas mentales~~

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