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>>255631
>Kibou Miller
(Lo siento por tardar tanto en responder OP ;_;)

Su aguda audición se expande por toda la Ciudad, y una vez logra discernir cuales son las ubicaciones de aquellas criaturas, pone un pie en la pared de un edificio, para proceder a subir hacia la cima en menos de un Segundo. Recorrió ya en ese entonces la mayor parte de Nueva Jerusalem, no le costó más de 5 segundos, ya tiene una vaga idea de lo que planean hacer aquellos canes con la ciudad, y él no puede estar más en desacuerdo con sus intenciones. Procede a cambiarse de ropa, y ponerse aquella mascarilla roja improvisada mientras se preparaba para hacer lo que tiene planeado.
Lo primero que se preocupa por hacer es en reconocer cuales son los principales sonidos del cuerpo de estas bestias, el tipo de voz que tienen, o cualquier tipo de sonidos que sean característicos de ellos para poder reconocerlos a absolutamente a todos.

"1, 2, 3, 4, 5" Va contando cada una de las criaturas presentes, una tarea algo nueva pero sencilla para el Semidiós.

Una vez a ubicado a la mayoría de ellos pone manos a la obra. Se levanta del borde del edificio, y pone un pie adelante antes de dejarse cae a altas velocidades hacia el suelo, antes de que pueda tocar el concreto ocurre una explosión sonica en las plantas de sus pies, impulsándolo hacia adelante y tomando carrera otra vez a velocidades Hipersónicas, una velocidad no tan desmedida para él. Es aquí donde hace lo que tiene pensado: Primero, va por absolutamente todos los Canes uno por uno para agarrarlos con ambos brazos, aquí baja un poco la velocidad lo suficiente como para no destrozar el cuerpo de las criaturas con su monstruosa velocidad pero también lo suficiente como para dejarlos sin oportunidad de reaccionar, Segundo, los deja a cada uno en el mar, es lo suficientemente denso y poco practico como para amontonar a todas aquellos Semidioses caninos de toda la ciudad en un mismo lugar sin vergüenza alguna.
Habiéndose encargado de forma temporal de ellos, se mueve en un instante en dirección de aquella conversación entre el hombre pez y el canino líder, simplemente apareciendo ahí con aquella mascara roja tan lúgubre.

"Oye, ¿Tu eres el que esta mandando todas esas cosas a tomar la ciudad? No deberías mandar perros a la batalla, no deberías mandar a NADIE a pelear, los podrían lastimar, o podrían lastimar a alguien, ¿Quieres lastimar perros? Eres despreciable, no deberías tener mascotas, no las mereces..." Menciona, en un tono inexpresivo y algo extraño pero notablemente enojado, aparentemente preocupado por el bienestar de aquellos animales "Cancela el ataque ahora, y entrégate a las autoridades, o te voy a golpear en la nariz"

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