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>Atago
Erebo está en el laboratorio de Atago, como siempre. Poco se puede hacer siendo un pequeño en un frasco. Al ser una masa de energía negativa tampoco es que necesite mucho sol o alimento.

La rubia mantiene la actitud de un centenar de amaneceres cuando Hidden llega. Hasta que oye como este le llama, y Atago niega con la cabeza rechazando ese nombre.

"Acepté plenamente que, a pesar de mi parecido o lo lindo que me resulte ese nombre, no soy una humana... Entonces no hace falta que me digas así, o continuemos jugando a la casita, Ouma. Ya deberías empezar a sentir los impulsos naturales para relacionarte con mujeres de tu misma especie. Corrijo, estoy segura que ya lo andas haciendo"

Una mujer humana cualquiera carecería de la fuerza e inteligencia que Atago posee, o de sus anhelos universales. Teme que si se encasilla en ese puesto, termine repudiando la idea de humanidad como a un cangrejo cuyo caparazón le queda pequeño. Probó ser buena y obediente una vez más, pero tras ser liberada no le satisface quedarse con lo mismo de antes.

"Aun necesitas recuperarte... ¿Seguro que puedes tener esta charla conmigo? Puedes ir a dormir y regresar más tarde"

Vuelve a negar con la cabeza cuando Hidden dice una fecha errónea. Mini-Alce le hubiera avisado si fuese el día de la cita Atago terminó yendo allí. Así que no puede ser 27. Espera con calma a que Hidden calme su cuerpo para seguir con la platica o en su defecto terminarla para seguir en otro momento. El pelinegro dice algo que rompe el semblante tranquilo de la rubia y le hace fruncir ligeramente el ceño.

"Hiddy... Fui sincera contigo desde el momento que me liberaste. Te dije que me parecía una mujer repugnante y que detestaba cada cosa de ella. Aun lo hago. Me hace sentir completa causarle daño... Porque fue mi carcelera por cinco años, y aprendí a odiar a cualquiera que trate de meterme en una jaula"

No entiende porque Hidden habla como si Atago hubiese ocultado sus rencores hacia Pyra. Se encoge de hombros cuando comenta que debió alejarse de ella y recupera su sonrisa.

La rubia saca un pañuelo blanco de su pantalón y con calma limpia la sangre que cae por la boca del pelinegro. No dice más y le sigue.

En la habitación...

"Estuve trabajando en distintos proyectos y supervisando cómo les va a las chicas. Takao linda es una gran ayuda, sin ella tendría el doble de trabajo" Contesta la rubia, sentándose al lado de Hidden y le mira de reojo. "También salí con Gwyni terminando mis asuntos en el torneo. ¿Eh? ¿Otra vez?"

Atago respira hondo y vuelve a limpiar la boca del ninja.

"Cielos santos, te dieron una buena paliza esta vez... Tienes que tener más cuidado, y alejarte de toda esta gente que solo generan problemas. Pero sé que nunca me harás casos, ¿entonces por qué lo intento?" Suelta un suspiro y vuelve a guardar el pañuelo. Encara una vez más el rostro de Hidden y ahora con total seriedad continua hablando. "No quiero mentirte, porque ocultarlo significaría que estoy haciendo algo malo y para mí no fue un error, o lo que ustedes humanos llaman un pecado, sino lo que realmente siento... Gwynevere y yo... Pasamos la noche juntas como pareja, Ouma"

Quiso ser directa y tratar el asunto con madurez, en vez de irse por las ramas.

"A diferencia de como lo hizo Pyra, quiero que lo descubras por parte de mí y no por otra persona que intente perjudicarme... También.... Me gustaría ir con mis chicas. Quedarme aquí ya no es necesario, ellas me protegen y realmente no me siento como parte de estas personas a las que llamas familia"

No trata a ninguno de ellos fuera de una actitud cordial hacia personas que no se alejarían mucho de ser desconocidos.

"Siento que sería lo mejor para ambos"

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